sábado, 6 de abril de 2013

58.- Insomnio.



Es la vuelta número 563 que doy a la cama, la que por cierto esta totalmente desordenada, las sabanas estan enredadas en mis piernas, la frazada esta casi arrastrándose por el piso y el edredón esta definitivamente en el piso; es cerca de las 4 am, y además de los gatos que se estan matando en la calle, y los perros que aun estan despiertos y le hacen coro a los gatos, no hay nadie más despierto en mi cuadra: UN REAL HORROR! Lo peor de la situación es que estoy extremadamente cansada, hoy fue uno de esos días que tan solo estan esperando que llegues a tu casa, y entonces solo entonces todo tendrá sentido en tu vida, que solo en tu cama y con un buen descanzo, lograras ponerte de pie al día siguiente, casi cuentas los segundos que faltan para que sigas separado de tu cama, casi cuentas los pasos que te toma llegar a tu cama, casi puedes saborear a la victoria una vez que consigues echarte en tu cama, puedes oir a Morfeo llamarte dulcemente mientras apagas la luz, casi sientes al hada de los sueños moviendo su varita en tu hombro cuando te das la vuelta, ya te sientes casi en la gloria, cuando de repente no encuentras comodidad en ese lado y decides darte una vuelta hacia el otro lado, lo intentas por un buen rato, pero nada! entonces pruebas con lo tradicional, y mirando hacia el techo inhalas profundamente, convencido totalmente que en ese preciso momento el sueño va a llegar a ti, esperas por un buen rato y no pasa nada; entonces decides ir por el plan d) mirando hacia abajo, nunca te ha resultado pero estas convencido de que nada pierdes probando, y efectivamente no pasa nada en absoluto, sigues tan despierta como lo estabas hoy a las 10am, pero con la enorme diferencia que ahora estas completamente exhausta, pruebas todas la posiciones posibles: pones una mano colgando, un pie colgando, los dos pies colgando, la cabeza colgando, pones los pies en la cabecera, la almohada en  los pies; y como nada funciona, decides echarle la culpa al clima, entonces piensas que es por mucho frío, te paras y traes una frazada más, la que no soportas ni 5 minutos pues te derrites de calor, entonces piensas que es todo lo contrario y te sacas todas las frazadas y no sirve, pues ahora te pelas de frío; entonces debe ser porque tienes sed, te pones de pie de nuevo y te vas a la cocina, te preparas la manzanilla más cargada que logras, y te la tomas de una, regresas a la cama convencida que esto si va a funcionar, una hora después sigues en lo mismo. Antes de entrar en pánico decides apelar a las técnicas antiguas: Contar borreguitos. Según lo que te contaron antes de llegar al 100 ya debes de estar más que profundamente dormido, pero nada de eso sirve, vas por el mendigo borreguito número 1545 y no tienes ni  un solo ápice de sueño, plan borreguitos cancelado. Decides traer uno de tus libros más aburridos, de esos que no llegas ni al final de la hoja y ya estas más que dormido, traes tu compendio de Historia Universal, con las fechas más importantes; cuando terminas la página 25 te das cuenta que no logro el cometido de dormirte, por lo contrario ahora le estas agarrando un gustito a la Historia, decides dejarlo porque son cerca de las 3 am, plan libro aburrido: descartado también, la guerra de los cien años puede ser interminable y sumamente interesante. Decides optar por otro plan, prendes el televisor esperando encontrar algo, buscas uno a uno en los 100 canales de cable  que tienes, te detienes en el de las ventas, para que ver si eso te produce el efecto que deseas y finalmente te quedas dormida… nada de eso, todo lo contrario, comienzas a ver con interés una sartén a la que no se le  tiene que echar aceite y una manguera que se enrolla solita, antes de que te pongas de pie para traer el teléfono, llegas a la conclusión de que lo de la televisión tampoco sirvió y antes de que te den más ganas de seguir mirando que es lo que le va a pasar a Rosa Salvaje, decides apagar el televisor; para estas horas que son cerca de las 4 am decides ir por otra opción, el vasito de leche caliente, te levantas de la cama, abres la leche, la pones en el microondas, y te das cuenta de que la cocina está un poco desordenada, te pones a arreglarla mientras sale la leche  (dices), cuando te das cuenta, son las 4:30 y claro que la leche hace horas que nuevamente se enfrió, nuevamente la calientas y con mucha fe te la tomas, vas a la cama un poco más cansada de lo que estabas, te echas y esperas ansiosa quedarte dormida, mientras tanto te pones a pensar en el trabajo, en las cosas de hiciste, y te pones a pensar en las cosas de pudiste haber hecho o en las cosas que mañana puedes hacer, en los proyectos nuevos que puedes proponer al jefe, y por cierto en lo  mal que te cae tu jefe y en lo mal que se viste; en algunos de tus compañeros que son extremadamente arrastrados y por demás adulones, y claro en lo mal que te caen muchos de ellos; piensas en tu novio, en lo bien que están, en lo mucho que lo quieres, en lo feliz que eres con él, en que sería bueno dar un paso más y hacer esto un poco más serio, piensas tan solo por unos segundos en matrimonio, pero prefieres descartarlo inmediatamente; piensas en lo que te pondrás mañana, recuerdas que se te ensucio la blusa blanca y que no dejaste en la lavandería, piensas en que en los zapatos que usarás y recuerdas que están sucios, y recuerdas también que la última vez que te los pusiste te encontraste con esa amiga tuya a la que quedaste en llamar y nunca lo hiciste, recuerdas que le prometiste asistir a su baby shower y de eso hace más de tres meses; piensas en donde puedes salir a rumbear el fin de semana, pues es una fecha especial y tu aniversario no puede pasar por alto, piensas entonces en que te vas a poner para ese día, y repasas mentalmente cada uno de tus vestidos y nada te convence, recuerdas entonces un vestido que viste hace poco en una tienda, y decides que ese va a ser, pero entonces recuerdas que no te va a alcanzar el tiempo para ir a comprarlo, o que quizás ya no lo encuentres, y piensas en miles de opciones, pero ninguna te convence más que ese vestido que aun no tienes, y repasando tu agenda mentalmente llegas a la conclusión que a la hora de la comida te puedes hacer un tiempo e ir a ver lo del vestido, pero recuerdas nuevamente que todavía no has visto a donde irán, y te pones a decidir (claro está que todo esto es mentalmente), un lugar lindo donde poder ir a celebrar el aniversario, entonces piensas que sería genial encontrar un lugar especial y recuerdas que hace poco una amiga del trabajo te conto de un lugar así y decides mañana preguntarle; lo que te lleva  a darte cuenta de que son casi las 5:30am y aun no te has quedado dormida, y de revuelcas de cólera en la cama porque solo te quedan, legalmente, dos horas para dormir, antes de tener de despertarte para cumplir con tu deber; por lo tanto tomas el último plan: LA MEDITACIÓN, escuchaste alguna vez que los estados de concentración a los que se llegan en la meditación son tan intensos como el sueño mismo, y como sinceramente cerca de las 6am, ya no te queda mucho por perder, tomas un tapete , lo pones al suelo y con las piernas cruzadas (en posición de meditación), comienzas a inhalar profundamente esperando poder llegar a algún estado de descanso o de relax total, al cabo de 20 min de meditación profunda, llegas a un estado de concentración tan intenso que te sientes descansar, pero como tu espalda y tus dolores articulares no piensan lo mismo, un calambre te manda más rápido que el pensamiento de nuevo a la cama, ahora son las 6:30am, a regañadientes te hechas en la cama para que se te pase el calambre y el frio que te dio cuando te tiraste al piso, y en medio de un par de maledicencias a tu insomnio, no te percatas ni siquiera de la hora en la que te quedas dormida, y precisamente cuando estás en lo más rico de tu sueño, cuando estas a punto de casarte con el príncipe azul que ha venido tan valientemente a rescatarte en su caballo, o en el preciso momento en el que te van a decir cuáles son los números premiados de la lotería, cuando  ni siquiera has llegado a acurrucarte con fe en los cómodos y por demás deseados brazos de Morfeo, te despierta tu alarma, ya es hora de ponerte de pie para irte al trabajo, son las  7:35am y no ha pasado si quiera una hora y ya tienes que estar nuevamente de pie, con los ojos reventados, y el cuerpo hecho trapo, la verdad no quiero hablar de lo que sigue a continuación porque será mi cruel destino mañana y no quiero imaginármelo, hasta verlo, por eso les deseo una buena noche, ojala Morfeo llegue tempranito donde ustedes, y no se le pase la dirección como a mi…hablaos!


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