viernes, 14 de septiembre de 2012

29.- Sufriendo con gusto.


Masoquista es aquel al que le encanta el dolor, se siente muy bien sufriendo, le encanta el dolor, que efectivamente siente placer sufriendo; pero no es ese el punto al que me pretendo referir, o quizá al final de esta historia terminare determinando que también soy una de ellas, el punto al que quería llegar, es que muchas veces cuando nos encontramos bajoneados, tristones, deprimidos, hasta el queso, no procuramos salir de este estado, no hacemos todo lo posible para poder cambiar este estado, todo lo contrario, procuramos hacer, oír y pensar cosas; que nos hagan hundirnos en el pozo más profundo, en el hoyo más oscuro, nos metemos cada vez más al fondo la daga de la tristeza, hacemos todo lo posible por estar más y más deprimidos. Daré muestras bastante comunes, cotidianas, y en algunos casos personales; para poder probar mi hipótesis. Los casos más claros son las penas de amores: Un amor no correspondido.- ese es sin duda uno de los sufrimientos más ricos que se puede sentir, claro! Es totalmente indescriptible, y como dicen por ahí, es mejor sentirlo alguna vez, que no sentir ni siquiera eso, ahora los primeros amores no correspondidos, en la adolescencia, son definitivamente los que podrán dar guiones a millones de películas, un adolescente no correspondido, se siente millones  de veces mucho más sufrido que Rosa Salvaje, María la del Barrio y la misma Colorina; no comen por semanas, lloran día y noche, no estudian, no se levantan de cama por semanas llorando abrazados a su almohada, se echan a morir, y no quieren salir de ahí ni siquiera para el quinceañero de su mejor amiga, no quieren ir de compras, no se animan con una tablet, no se animan con un celular nuevo, no se animan si les compras una laptop…NADA! no hacen más que estar todo el día abrazados de su almohada llorando y nombrando al causante de sus penas de amores, cuando tu intentas sacarlo de sus penas te responden ES QUE TU NO ME ENTIENES!, NADIE ME ENTIENDE!, otro caso interesante es cuando los anteriormente nombrados adolescentes, terminan su relación de enamoraditos, el que fue dejado se le puede ver peor que alma en pena, llorando por las esquinas, deprimido como si es que le hubieran robado un riñón en el baño de un bar, o como si es que hubiera perdido todo su dinero apostando que Perú ahora si iba al mundial, o como si ellos hubieran sido los únicos auspiciadores del programa de Tula, totalmente deprimidos, llorando por las esquinas, casi casi arrastrándose por el suelo por el peso del enorme dolor que se cargan encima; pero claro todo está totalmente justificado, todo es totalmente lógico, después de tres largas e inacabables SEMANAS de relación. Pero pasando por alto los extremos casos adolescenciales, sin lugar a dudas uno se divierte mucho con lo de las penas de amores; es una ocasión perfecta para poder poner en práctica todos los gimoteos, suspiros, jaloneos, ahogamientos, sofocos, que vemos que hacen en las novelas cuando el protagonista deja plantada en el altar a la bella, dulce, hermosa y perfecta protagonista; finalmente una se puede tirar al piso, jalarse de los pelos, abrazarse de su almohada, sentarse en el piso con la espalda en la pared y las rodillas contra el pecho abrazadas, con la luz apagada y con música de fondo cortavena, para poder sufrir mejor. Pues claro! Si uno va a sufrir entonces que sea bien, entonces uno se dispone a llorar, por lo tanto se crea un ambiente adecuado para esto, y se baja las canciones románticas más pero más deprimentes, esas que hablan del amor perfecto, esas que hablan de los príncipes azules, esas que dicen que el amor es lo mejor que hay en el mundo, y que los que no lo tienen no son nadie, no valen nada, mas o menos que los  que están solos son BASURA, y esas que lo dicen son las que pones una y otra vez, una y otra vez, esas canciones que dicen TU ME QUIERES PERO YO TE AMO, esas que dicen ERES CASI EL HOMBRE PERFECTO, esas que dicen PORQUE SIEMPRE SOY YO LA DE LA MALA SUERTE ó CORRE CORRE CORRE CORAZÓN…ese tipo de canciones que no se ponen precisamente en los cursos de superación personal, esas son las preferidas para esos momentos en los que ni la protagonista de la telellorona más trágica podría estar sufriendo más que tú; y como estas totalmente dispuesta a maltratar tu corazón hasta que se convierta en anticucho, para colaborar con tu sufrimiento, decides ver películas románticas, tipo PD: TE AMO y GOSHT: LA SOMBRA DEL AMOR, en las que un rollo de papel higiénico no te es suficiente para poder contener los incesantes fluidos nasales que se produces como resultado de la hora y media de llanto, y de los 400 suspiros ocasionados por lo mismo. Otro caso notable es: Cuando te roban el celular.- Genera un dolor profundo, un puñal al alma, es como un patadón de negro con zapatos de payaso, un cachetadón de Natalia Málaga; es una situación realmente dolorosa, además de la histeria y desesperación que te puede dar, al perder el celular no solo pierdes un simple equipo; pierdes miles de números, que difícilmente recuperaras, porque jamás los apuntas en algún otro lugar que no sea tu celular; pierdes también miles de fotos, las que por falta de tiempo nunca te bajaste del equipo, esas fotos con tus amigos que se fueron a vivir fuera del país, o esa foto chantaje que tenías de tu mejor amigo, o inclusive de ti misma!, pierdes ese mensaje de texto que a pesar de ya no estar con esa persona hace más de un año, tienes aún guardado; cuando te roban un celular no solo te roban un equipo y un chip… te roban también un pedazo de tu vida!!!, y ahora quien te quita la depresión?: cuando suena un timbre parecido al tuyo…te nace del fondo del alma un suspiro;  cuando vez que alguien tiene un equipo parecido al tuyo…de lo más recóndito de tus pupilas, se desliza una lágrima; y como tú no crees en eso de que a rey muerto, rey puesto, no te compras uno nuevo al día siguiente, ni a la semana, ni al mes; y ya para entonces tienes a tus amigos artos oyéndote hablar todos los días de tu celular robado; ya entonces ellos aburridos de ti y de tus inagotables historias sobre tu celular, deciden comprarte uno igual para que se acabe esa cruz con la que los haces cargar día a día, y qué? cuando lo recibes, agradeces forzadamente AH! GRACIAS, pero el mío tenía esto… y también aquello…, si esta bonito, pero el mío era muchísimo mejor, ya no creo que encuentre uno así…y ahí vamos otra vez, prefieres sufrir pensando en el otro, que ponerte feliz por el nuevo (que dicho sea de paso, no es algo que suceda estrictamente con objetos). Pero sin lugar a dudas, el dolor que más nos gusta sufrir, es el de las penas de amores, hasta el más macho de todos los machos, alguna vez se ha quebrado en miles de pedacitos, por un desamor, por un desengaño, por un abandono; y el que menos cuando que estaba profundamente enamorado, y lo dejan(o lo adornan); se deprime tan hondamente que ni el agujero continental es tan profundo; pues entonces no encuentra mejor solución para aliviar su pena que meterse a vivir en una barrica de alcohol, decide inyectarse de alcohol por las venas para poder olvidar, para poder aliviar su dolor; y a pesar de que ya hayan pasado meses, incluso años, siguen tomando por ese amor, llorándole a su dolor, gritando su nombre en medio de las rancheras más despechadas de todos los tiempo: SI NOS DEJAN LULUCITA! NOS VAMOS A VIVIR CERCA DEL CIELO, o con los mejores boleros cantineros: DICEN QUE LOS HOMBRES NO SABEN LLORAR POR UNA MUJER QUE HA PAGADO MAL!, para luego cantar con lágrimas en los ojos AMORCITO CORAZÓN YO TENGO TENTACIÓN DE UN BESO! Entonces, quién los puede entender si en la primera caja, dicen que esa ya ni se acuerdan de esa mujer, que es totalmente parte de su pasado; ya para el segundo jonca, dicen que esa perra los engaño, que es una desgraciada, una fácil, el peor erros de sus vidas, que no entienden como pudieron estar enamorados de una mujerzuela así; y ya para el 4 jonca, están llorando, diciendo que la aman, que es la mujer de sus vidas, que nunca la han dejado de amar, y que la van a amar para toda la vida, que nunca la van a poder olvidar y mucho menos la van a dejar ir; entonces como la noche ya está bastante sazonada, y como ningún hombre es cobarde con tragos encima, deciden llamarla (que por cierto es un acto que hacen con mucha frecuencia) pero en esta memorable ocasión, y gracias al incalculable apoyo que le brindan sus amigos que están tanto o más borrachos que él, decide que no va a colgar a la primera timbrada, sino que en esta ocasión le va a decir de frente y sin mascaras todo lo que piensa de ella, pues bien suena el teléfono y efectivamente contesta ella: ALO?- LULUSITA- intenta articular el valiente borracho- SI PEDRO CLARO QUE SOY YO, UNA VEZ MAS ME PUEDES DECIR QUE QUIERES- PUES VERAS LULUSITA- procurando vocalizar lo que si alcoholizada lengua le permita- SOLO HE LLAMADO ESTA VEZ Y ULTIMA VEZ…PARA DECIRTE QUE TE AMO, QUE ERES LA MUJER DE MI VIDA, NO ME DEJES, REGRESA CONMIGO, TE LO RUEGO- replica entre sollozos el borrachín- PEDRO, HACE 2 AÑOS QUE TERMINAMOS, YA ME CASE Y TENGO UN HIJO, ME PUEDES DEJAR EN PAZ DE UNA VEZ POR FAVOR!!- NO ME IMPORTA, YO TE AMO, SOLO TE PIDO UNA OPORTUNIDAD, QUE DICES LULUSITA, ALÓ?- tururú tururú tutututu. Sí, las llamadas a media noche son típicas de las penas de amores, que me tire la primera piedra el que nunca timbro a media noche y con anónimo al objeto de sus más profundas penurias!, pues si, ahora les pido alejanse de los celulares, y a liberar la mente, yo voy por mi CD de Ricardo Montaner, y a ponerle saldo a mi celular…hablaos! 

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