viernes, 7 de septiembre de 2012

28.- Zombi durmiente.

Usualmente cuando compartía el cuarto con alguien por motivos de viaje, o con algún familiar de visita, siempre criticaba a garganta batiente lo que estos hacían mientras dormían, pero que puedo hacer, si algo tengo liviano; es el sueño,  y hasta el aleteo insistente de una polilla golpeteando un foco me despierta, el desesperante reloj tic tac de casa de mis papás me atormenta  hasta la locura, los malnacidos mosquitos zumbadores, que como ya comente, me pueden tener toda la noche de pie chancleta en mano; y ni que decir de el goteo de un caño mal cerrado, puede acercarme mucho a la locura; ahora las alarmas de los carros a media noche, los taxis que se estacionan ( trayendo a mis vecinos juergueros), las nada afinadas serenatas de las gatas en celo, o las jaurías que pelean hasta con la vida por obtener a la pequeña cachorrita en celo; esas si me tienen como lechuza sentada en la cama. Y como ya está bastante claro, las emisiones sonoras nocturnas, me torturan, y para fortuna mía mis familiares lo hacen con mucho éxito; mis papás han conseguido armar una armonía realmente formidable, serán por los años de convivencia, pero uno ronca e inmediatamente lo hace el otro, nunca a la vez, y nunca a destiempo siempre así, mi papá inicia, mi mamá responde; pero ahora cuando esta mi abuelita ahí, es otra cosa, un concierto formidable, porque ella ya tiene otro estilo ella hace un solo, un solo ronquido, hasta que pareciera que se está ahogando y nuevamente toma aire para volverlo a hacer, realmente un escándalo. Ahora no puedo pasar por alto los ronquidos de mi perrita, que son una melodía más suave, más o menos como suena la respiración de una nariz tapada, así de agudo, realmente una delicia escuchar esta alegre y penetrante melodía a las 4 de la mañana. Pero ahí no queda todo, otra de las pocas personas con las que he dormido, es mi hermana, ella sí que es de temer, después de un buen rato de ya haber dormido, cuando estás muy placida y cómoda en los brazos de Morfeo, totalmente dormida, comienza a hablar, SI, SI, TU SABES DONDE ESTA, DIME!, media dormida, preguntas que es lo que pasa SI, SI, DIME DIME DE UNA VEZ, que te pasa, y cuando ya te despertaste completamente porque no sabes ni comprendes de que te está hablando, se voltea y vuelve a dormir como si nada, mientras tú somnolienta te preguntas qué??, mientras intentas deducir que paso, ya se te fue el sueño, o por lo menos mientras lo intentas volver a conseguir pierdes un par de horas, a la mañana siguiente no se acordaba de nada, es más intenta convencerte de que todo lo soñaste, la siguiente noche además de preguntarme insistentemente que le diga dónde estaba eso que tanto buscaba, ahora además te empuja, y en la pelea te quita la frazada y como cereza del helado te bota de la cama, y como estas media zombi no tienes reacción sino hasta que estas en el suelo. Y nuevamente a la mañana siguiente, cuando le preguntas porque hizo eso, ella lo negaba todo y nuevamente quiere culparte de todo con lo que no contaba era que en esa ocasión tenias como prueba totalmente contundente un par de moretones. Bueno como yo, en mi cotidiano vivir no comparto cama con nadie (excepto mi dulce perrita roncadora) no he recibido quejas de nadie, excepto de mi misma. Por el hecho de mi carrera, y de los constantes viajes que debo hacer, he dormido en muchos lugares distintos, y cuando salgo a trabajar, después de una faena agotadora, llego a descansar extremadamente cansada, pues bien, es tanto mi sueño, que al dormir me siento tan cómoda que creo que estoy en mi cama, y en medio ya a media noche abro los ojos y me encuentro en otro lugar, camino por todas partes y sigo sin ubicarme espacio tiempo, nada de ese lugar se relaciona con mi amado dormitorio, mi respiración se acelera, mi corazón comienza a latir rápidamente, comienzo a desesperarme, decido prender la luz, y después de unos agobiantes minutos, recuerdo que estoy de viaje y recuerdo donde estoy y porque estoy, respiro profundamente y procuro volver a dormir, lo que realmente se hace muy difícil. Y eso solo es una pequeña hebra de mi madeja; este es el típico NO ESCUPAS AL CIELO PORQUE TE VA A CAER EL ESCUPITAJO EN EL OJO, pues bien de criticar tanto tiempo los sonidos guturales emitidos por mis familiares, y claramente como  yo soy la más loca de sus miembros, no podía ser la excepción en este caso. Tenía yo algunas sospechas respecto a esto: me despertaba y encontraba las medias con las que me eché a dormir en la sala, o la chompa con la que me acostaba aparecía en la mañana en el tacho de la ropa sucia, o al amanecer una de las frazadas con la que el día anterior había tendido mi cama, desaparecía de la misma, y cuando la buscaba, la encontraba doblada en el ropero; la verdad que muchas veces me asuste, pero para no perder la poca cordura que me queda, decidía pasarlo por alto; hasta aquella inolvidable oportunidad, en la que me desperté a media noche, perdida y confusa, me encontraba de pie y no sabía donde, en la desesperación por encontrar algún interruptor le di un alegre cabezazo a la pared (muy alegre para el chichón que me salió en la frente),ya para cuando finalmente pude prender la luz, me encontraba en el primer piso, en medio de la sala,…miedo!! Volví al a cama, y para no aterrarme más, decidí una vez más pasarlo por alto, pero este secreto ya tenía fecha de caducidad. Hace un par de semanas, en visita a casa de mis padres, decidí regresar a mi más tierna niñez, y le pedí a mami que durmiera conmigo, pensando que me inmolaría soplándome sus ronquidos, todo valía por regresar de alguna forma a mi niñez, lamentablemente en esta ocasión ella salió perdiendo, pues esta vez la que se tuvo que inmolar fue ella. Una de las noches que pasaba con mami, dice ella, que cuando ya estábamos profundamente dormidas,  dice que me puse de pie, le dije algunas cosas que ella no recordaba, y baje al primer piso, fui a la cocina, y regresé, le dije otro par de cosas que ella no recuerda, y volví a dormir; a la mañana siguiente ella me pregunto qué era lo que baje a buscar a la cocina, COCINA!!pues nada, ya no pude mas que confirmar mis dudas de todo este tiempo, le comenté a mami todas mis historias anteriores, y decidió esta noche estar mucho más atenta a mis discursos noctámbulos; pues bien, muy al estilo de Don Ramón, dice mami que me puse de pie, baje a la cocina, y le dije que le iba a traer un vaso de chicha morada, porque tenía que preparar y repartirle a todos, nuevamente baje las escaleras, ingresé a la cocina y nuevamente regresé…horror total!. Al ver las películas de zombies siempre pensé que solo estaban en las películas comiéndose los cerebros de las estudiantes gringas que se iban a nadar calatas en lagos a media noche…pero parece que los zombies estan mucho más cerca de mí de lo que yo quisiera; solo imaginarme caminando a media noche por la casa, balbuceando cosas que no me puedo imaginar, me parece entre extremadamente gracioso, y terriblemente escalofriante. Ahora conmigo todo bien, pues como ya les comenté, la única persona con la que tengo ha bien compartir mi lecho, es mi nunca bien ponderaba mascota “motta”, la cual además de todas sus ya nombradas virtudes, tiene el sueño pesado y no la despierta, pero ni el choro que se está trepando por la ventana del cuarto donde duerme; sin embargo otra historia se tendrá que contar cuando tenga que compartir cama con algún individuo del sexo opuesto, todo se convertirá para mí en un total desgracia!, imagino que no le irá a parecer nada divertido a un hombre, que la mujer con la que está durmiendo de cucharita, de repente y de la nada, en la madrugada se ponga de pie para lavar unos platos imaginarios, o preparar chicha morada imaginaria para después ofrecerle la misma…definitivamente un cuento de terror. Yo que tanto me quejo (y a pesar de todo me seguiré quejando) de lo insoportable que es dormir con una persona que ronca, no puedo adivinar, cuál de las dos cosas menos incomoda, o por lo menos, más tolerable; sería cuestión de ponerme a practicar no?, ahora que bien sencillo, porque si el individuo que me acompañe nocturnamente es un tenor en ronquidos, nunca de los jamases podré conciliar el sueño, lo que no permitiría que me den mis ataques zombis, o de sonambulismo, como prefieran, sería un éxito; claro siempre y cuando estén dispuestos a tolerar mi humor la mañana siguiente de no haber podido pegar los ojos toda la noche…no mejor les recomiendo 5 minutos de mi mejor interpretación hasta el día de hoy ZOMBIE DURMIENTE, que hasta puede ser graciosa, tal vez pueda hacer algo gracioso si me lo piden en mi estado zombi, sería cuestión de probar, no? a ver quién se anima!...hablaos!

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