Los efectos de nuestros incesantes intentos por destruir el medio ambiente, nos han dado como resultado maravilloso, climas totalmente extremos, lo que muchos preferimos denominar como climas totalmente locos; pero para hacerla más corta, el frío que se viene desarrollando en esta preciosísima ciudad, donde tengo el gusto de residir, ha cobrado una víctima más, pero lo mejor será que cuente la historia completa. Pues bien, a causa de este horroroso clima, me dio un ligero catarro, y como con eso no me iba a morir, con toda la normalidad del universo; acudí, muy alegre y presurosa, a mi centro de trabajo…sin saber lo que esperaba. Me senté muy contenta en mi escritorio, y de repente sentí al lado mío un AAAACHUS, que quedo resonando como eco en todo el ambiente; no quise darle importancia, y continué, como siempre, alegremente con mi trabajo, de repente un COF COF COF COF, como de tuberculoso frente mío, me detuve un momento a pensar algo…pero no, preferí que ninguna idea de una posible enfermedad se desarrollara en mi mente; continué con mi trabajo, muy alegremente, como ya lo comenté; y de repente un PRRRRRRRR, me sacó de mi concentración, voltee a ver de dónde venía el sonido, y a mi izquierda uno de mis compañeros, abrazado de un rollo de papel higiénico(terminaba de sonarse la nariz por si acaso), con la nariz roja como rocoto, y los ojos lagrimosos, pasaba al frente mío; de nuevo me detuve un momento a pensar algo…nooo, no puede ser – me dije- y proseguí con mis cosas, que me voy a enfermar yo!. Ya más tardecito, me percate que uno de mis compañeros no había venido al trabajo: OIE Y PORQUE NO HA VENIDO PEPE?-pregunté- es que esta en cama, recontra mal con gripe; una vez más me detuve a pensar… esta vez la idea de la “epidemia laboral” ya dejo de ser improbable, para ser una realidad. Pero no quise pensar en lo peor, me dije a mi misma que esas cosas, a mi no me podrían pasar, que mis defensas eran infranqueables (pensé que comiendo una naranja al día esa suficiente vitamina C, no?), que a mí no me iba a dar nada (eso pensé, quiero aclarar), y continué con normalidad mi vida…tonta yo. Todo comenzó por la noche, me desperté a media noche, tenía un frio mortal! y no sé porque motivo, ya no pude dormir más. Al despertar, además de la mala noche, me sentía como si me hubieran agarrado a patadas 5 traileros; además me mataba la cabeza, peor que después de una borrachera con yonque, en pocas palabras me sentía fatal. Pero pensé que todo era motivado por mi desvelo y nada más. Sin siquiera darme cuenta, poco a poco, lentamente, hábilmente, hasta disimuladamente el virus se fue posesionado de mi adorado cuerpecito, sin siquiera darme cuenta, este virus “laboral”(el que quiero recalcar, yo nunca pensé que me daría a mi) se mudo a mi cuerpecito, y en menos de lo pensado…se instalo en mí, con la habilidad y rapidez de un invasor esteras en mano. Ya para la cuarta noche de incubación de mi nuevo inquilino el virus, no pude negarme más a su molestísima presencia, asumí finalmente que SI, QUE ESTABA CON GRIPE. Obviamente, los síntomas de esta invasión, se hicieron mucho más claros, incesable flujo nasal (mocos, mocos y mas mocos), imparables emisiones sonaras (achus, achus, achus,aaaaaaaaaachussss, increíble, pero pude llegar a 7 seguidos! Y con un solo respiro), y para demostrar su supremacía, esta vez y solo para mi, demostró que era más poderoso que todos, y para mi maravilloso caso, vino acompañado de una amigdalitis. Pues bien, era oficial, estaba enferma, y tenía que hacer algo al respecto, porque las noches de insomnio, y los malestares físicos comenzaban a desesperarme; pero recordé lo que me dijo el médico, la última vez que fui por el mismo motivo: LOS VIRUS, tienen un ciclo de vida, y luego solos se exterminan, las medicinas, solo van a combatir los síntomas. Bueno entonces; me dije yo, para que ir al médico, si de todas maneras lo único que debo de hacer, es esperar que el virus éste termine su ciclo de vida, y luego ya chau, decidí hacer la prueba conmigo misma, para ver qué tal se la pasaba una sin las medicinas paliativas. Al comienzo(tonta e ilusa), pensé que me podría acostumbrar a las noches de fiebre(una noche más y se me cocinaban las neuronas), por suerte, y por el sabio consejo de la abuelita(como amo a mi abuelita!), con un matecito con caliiiiente con arto limón, poco a poco fue disminuyendo hasta desaparecer la pulverizante fiebre, pero eso no quiere decir que las noches para mí se volvieron más calmadas…todo lo contrario(bueno hubiera sido que fuera por otro motivo). Una vez pasada la fiebre, mis amígdalas se pusieron de pie y gritaron a viva voz PRESENTE. Comenzó, con un ligero escozor, luego una irritación totalmente incomoda, para terminar con una dolorosísima inflamación, que además de no permitirme pasar ni siquiera el agua; no me dejaba emitir sonido alguno, o de lo contrario, me hacia emitir una voz mas aguardentosa, que la del macho mas hormonal. Una vez más use los sabios consejos de la abuelita (no son lo máximo las abuelitas?), hice mis gárgaras de coca (hojas por si acaso), maravillosa y valientemente combatían, los síntomas malévolos del mentado virus. Pero no quedo sencillamente en eso, los fluidos nasales producidos tan alegremente por mí, nunca bien valorada, pituitaria, también tenían que decir presente en este proceso tan poco memorable; en las primeras noches, casi ni lo note, pero poco a poco, y como el famoso virus, hábilmente, fueron haciéndose más poderosos. Una noche me desperté, porque cual saliva derramándose por tu boca, un fluido parecido al agua, sentí que se hacía camino por mi mejilla, nada más y nada menos eran los nombrados fluidos nasales (mocos) en forma líquida, demostrándome su poder, fue entonces que entendí la estrecha amistad que se puede tener con un rollo de papel higiénico, siempre a mano, porque en el momento menos pensado, querían hacer su aparición: mientras conversas con alguien, están totalmente ansiosos por salir a saludar; ni que decir, cuando estás en una reunión importante en la que están exponiendo algo totalmente trascendente, y tú tienes que sonarte la nariz PRRRRRRRRRRRRRRRR, todos voltean a verte, el ponente detiene la exposición, y esperan a que termines para poder continuar…horror!, sin contar que esto además deja otro efecto secundario en ti: oídos tapados. Y claro que esto tampoco viene solo, pues al no escuchar bien, te ves en la obligada necesidad de hablar más fuerte para poder escucharte, toda una cruz! lo que se torna aún más desastroso, cuando tienes una reunión muy importante, y tu interlocutor habla como recepcionista de oficina, al contestar el teléfono…muy bajito!, ni siquiera te das cuenta cuando comienzas a gritar, solo te percatas de eso cuando en la cara del que te escucha se dibuja una expresión de total desagrado, terrible! o lo peor, que no lo respondes ni la mitad de las cosas que te pueda estar preguntando, porque no entiendes ni media palabra, a pesar de tus denodados e inútiles intentos por leerle los labios. Una de las cosas trágicas, es cuando te das cuenta de que la gente te comienza a evitar; entre porque tu nariz roja, tus ojos llorosos y tus constantes escalofríos; y por el hecho de que también los podrías contagiar, hasta esos de la oficina, SI, esos virulosos que te pasaron la enfermedad, ahora te evitan, claro muy sanitos ellos ahora no! te quedas con una no muy grata compañía, tu virus…claro además de tus fluidos nasales (mocos, muchos mocos). Mientras va avanzando el proceso, los síntomas van disminuyendo poco a poco, ojo disminuyen, mas no desaparecen, ahora en lugar de despertarte a media noche, porque tus fluidos nasales (mocos) se deslizaban audazmente fuera de tu nariz; ahora te despiertas en la madrugada, porque te percatas que no puedes respirar, que los dos orificios por los que está compuesta tu nariz(que más podría ser!), están completa y totalmente taconeados, de tus mentados fluidos nasales secos (mocos secos), y que solamente estas respirando por un pequeño orificio que consiguió hacerse de paso el oxigeno, que presuroso intentaba ingresar hacia tus pulmones. En menos de lo que piensas tu mesa de noche, cama y todo tu dormitorio, se ha convertido en un campo minado, siiii… de papeles higiénicos usados, en menos de 1 día usas un papel higiénico (ojo que lo digo por la nariz), ahora que si tienes tu estilacho, esta tapizado de pañuelos desechables, sin darte cuenta te has convertido en toda una mártir de la gripe. Y precisamente cuando crees que el mentado virus, ha ganado la victoria, y no le das un día más a tu vida sin pastillas, o con este virus malhayado encima; consigues dormir mejor, tu voz vuelve a ser la de antes y no ya la de un cargador de pesas, y descubres para beneplácito, que has vuelto a escucharte; lo has logrado, lograste sobrevivir al ciclo de vida del malparido virus!!!SIII, triunfaste lo hiciste, aunque con muchas bajas (casi te botan, la persona de la entrevista que gritoneaste no te quiere volver a ver, el ponente que interrumpiste con tu sonada de nariz se fue totalmente ofendido, etc,etc,etc)lo lograste, pusiste soportar el proceso y nuevamente estas en control de tu cuerpo, ese detestable e intolerable inquilino se ha ido, ESTAS CURADA!...y eso crees hasta que, un insonoro ACHIS, se escapa, solo para recordarte quien manda, que te cuides, que en cualquier momento puede regresar. Claro ahora que estas bien, sal a recuperar tu vida social, qué? que quieres hacer cama un día más…ah! no gracias, yo si a eso, paso, ahííí vamos a buscar otros virus por otros lares…hablaos
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