martes, 29 de abril de 2025

 88. Pena y Compasión

Esos conceptos se han estado dando vueltas en mi cabeza estos días y todo esta directamente relacionado a cómo te ven las personas y como manifiestan su presencia contigo. No sé si sea orgullo o un mecanismo más de defensa, pero no me gusta en absoluto que las personas sientan pena de mi: ¡ay pobrecita! ¡ay que pena!; no, por favor, eso me destruye, es gran parte de la forma en la que fui criada, que nadie tenga nunca pena de ti, tu siempre macha, valiente y nada te duele, tu para adelante siempre; entonces cuando algo me pasaba, no había espacio para dejarme ser consolada, era siempre hacer como que nada paso, pararme, sacudirme el polvo, hacer un chiste sobre lo que paso y seguir como si nada. A mis casi 40 años nunca me deje consolar, ni cuando pase por perdidas extremadamente dolorosas para mí, esa idea de siempre valiente, siempre macha, estuvo insertada en mi cabeza hasta hace poco, la verdad. Ahora que finalmente me dejé – no es cierto, me dieron un revolcón a la mala- atravesar por las emociones que por muchos años apagué o escondí, como el dolor, el sufrimiento, la tristeza pues; me he sentido sumamente temerosa, la verdad, porque no quiero que las personas se acerquen a mi para tenerme pena. Y aquí vamos a hacer un paréntesis importante, todos tenemos un familiar, cercano o lejano que va por el mundo viviendo y amando tener pena, es ese tío o esa tía que va y le dice a tu mamá: Ay, me pagan tan poquito en mi trabajo que no puedo comprarle eso a mí hijita – para que tu mamá salga corriendo a comprárselo- o esa tía que dice ¡ay me duele todo, no tengo a nadie que me lleve ni un pan a la casa! – lo que hace que todos estén en su casa el fin de semana para almorzar y que esta ponga cara de pocos amigos cuando lleguen- tampoco falta el amigo que va a decir que todo le va mal en la vida y que no tiene nada – para que tu papá le preste un dinero que nunca le va a pagar- yo detesto esa gente, por eso es que a estas alturas de mi vida, como dice mi mejor amiga, me he comido mi mierda sola, no me gusta contar mis desventuras, porque no quiero que la gente me tenga pena y me las he comido sola por muchísimos años, había construido una pared tan grande que finalmente me di cuenta que estaba sola detrás de ella y que era imposible que alguien la pudiera atravesar, y aquí sola en esta fortaleza me revolcó con la fuerza de mil huracanes la tristeza y no tuve nadie a quien acudir; con la poca fuerza que tuve, saque los pocos ladrillos que habían por la puerta donde estaba mi mejor amiga, mi hermana pues y ella pudo atravesarla y sentí por primera vez en la vida que alguien se compadecía de mí, y fue muy hermoso. Aquí me voy a detener porque nunca les dije cual era la diferencia entre ambas, resulta que cuando alguien te tiene pena, te mira desde arriba, te mira desde lejos, no reconoce tu fuerza, solo se enfoca en tu dolor, es distancia disfrazada de sensibilidad; mientras que la compasión es una mirada horizontal, es activa, esta junto a ti y te ve como una persona que sufre, se queda te escucha, te acompaña sin invadir y lo más importante reconoce tu fuerza aun en tu sufrimiento.  Me gusto mucho ¿saben? Siempre pensé que eran lo mismo, en palabras claro, porque pocas personas usan esa palabra, todos tienen penita, pero nadie te compadece, aunque también suena mal, pero porque nos han enseñado que es lo mismo que pena y ahora que estoy sintiendo que esta compasión viene tan acompañada de empatía y de amor, me siento tan abraza, tan cobijada. Recuerdo que el hada madrina le dijo a Cenicienta que la iba a hacer una mujer bondadosa y compasiva, y a mi eso se que quedo grabada en el cerebro, dije yo: para que una princesa quiere ser compasiva, que don tan pavo el que le dio el hada, y ahora que lo estoy sintiendo, es un don tan hermoso, que lamentablemente no todos tenemos, entender el dolor de los demás, apoyar y no juzgar, no alejarse ni ver con superioridad lo que le pasa a los demás, es una belleza, y yo tengo la bendición de tener personas compasivas a mi lado y en este momento, es un don que agradezco tanto, sentirme tan cuidada, amaba y valorada en momentos de dolor, es un privilegio que no tenemos todos.

 


A lo que voy, ser compasivo no es pedirles que tengan un brazo más o que les crezca una oreja más, es creo yo, uno de los dones más sencillos de cultivar, se tiene sobre todo que tener clarito donde tenemos el interruptor del EGO, para poder apagarlo y poder empatizar con el sufriente y abrazar a este ser humano con virtudes y errores que la está pasando mal, imagínense un mundo donde la gente no solo tenga pena, así de lejos sin mover un dedo y alejándose de las personas que la pasan mal, sino que sean compasivos con el dolor del otro y estén ahí, en silencio, sin hacer nada, pero ahí, cuanto bienestar podríamos darle a esa persona que esta atravesando por ese dolor, piénsalo, no es tan difícil, apaga tu ego, y ve a ese sufriente como una persona entera, que se doblo por un ratito, no se rompió, solo se esta reconstruyendo, así míralos y vas a ver lo mucho que los puedes ayudar.

lunes, 21 de abril de 2025

 87. Sola

Dícese de estar sola de esa persona que no tiene compañía, que esta por el mundo sin nadie que la acompañé, y hasta estas alturas de mi vida lo había entendido así; finalmente y después de mucho tiempo entendí lo que es estar sola rodeada de gente. Hace un tiempo, cuando vivía en otra ciudad, sola claro esta; me sentía realmente sola, no tenía ningún familiar ahí y las amigas que tenía ahí eran poco cercanas, así que si un día me sentía triste, contenta, asustada o enojada, por algo particular o muy del montón no tenía a quién contarle y vamos que eso es mucho de estar acompañado, tener alguien a quien contarle que te atoraste con el agua por reírte, que alguien en el bus se quedo dormido en tu hombro, que un tipo raro te siguió por tres cuadras hasta que lo pudiste evadir, que el tipo de la bus te dio de vuelto una moneda falsa, esas cosas mínimas, tonterías pues, que necesitas siempre de quien tener para contarle, y cuando vivía en esa ciudad me sentía realmente sola. Más sola aun me sentí cuando tuve una pequeña gran victoria y a pesar de que la compartí con las personas importantes para mí, tampoco estuvieron, entonces ese día cuando premiaban a los ganadores y cada uno fue con su portátil y nadie hizo bulla por mí, me sentí asquerosa y terriblemente sola. En fin, lo justificaba yo todo, por el hecho de estar en una ciudad diferente, sin familia y sin amigos, eso debe de ser, me dije, y me daba palmaditas en el hombro para consolarme de ese sentimiento de vacío que se instalaba en mi corazón, pensaba, si esto hubiera pasado en la ciudad donde están todos...pero no están, es por eso. Ni cuenta me di que ese sentimiento se había instalado con 4 estacas dentro de mí, cuando regrese a la ciudad donde estaban todos, las cosas habían seguido avanzando sin mí, entonces ya no había un espacio para mí, era como si me hubiera mudado a una ciudad de círculos y yo era un cuadradito, no había un lugar en toda circulopolis donde un cuadrado podría encajar, fue una pena, me tuve que volver a ir. Es curioso, como todos pensamos que vamos a ser círculos toda la vida, pero con el pasar el tiempo y las actividades a las que nos dedicamos, sin percatarnos tal vez, nos vamos volviendo, cuadraditos, rectángulos, hexágonos y demás, y muchas veces no encontramos ni cuadradopolis ni rectangulopolis y no nos queda nada más que quedarnos solos. Me dicen que me he acostumbrado a estar sola, que ya no quiero que nadie se me acerque, no es cierto, soy un cuadrado que funciona tan bien solito, que ahora cuando otra figura geométrica se me acerca, debe de ser muy especial e importante su compañía para que yo me quede ahí. No es culpa de nadie, yo estuve este fin de semana con mi familia circular y les juro que hacía tanto tiempo que no me sentía tan sola, se me rompió el corazón de ver que nunca más iba a poder encajar en circulopolis, me afane tanto, quise romper mis puntitas y hacerlas circulares, pero un cuadradito no encaja en el espacio de un circulo ni viceversa, y cuando comíamos y los veía hablar de lo lindo que era no tener esquinas, porque son feas y dañan, me di cuenta que mis ángulos y yo no íbamos a pegar más en esa mancha y me sentí tan sola, ya no puedo volver a ser un circulo y  ¿saben? Tampoco quiero. 

 Ojo, no quiero decir con esto que ser circulo sea malo y que los cuadraditos somos lo mejor; no es por donde voy, lo que pasa es que me abrí de ellos para hacer y aprender tantas cosas, que me modifiqué y ya no es una posibilidad volver a mi circules de verdad. Solo conozco un cuadradito, que vive lejos pero que me escribe con regularidad y que me hace sentir menos sol, tengo un par de amigos rectángulos con los que de cuando en ves me puedo entender, pero siempre saltan esas distancias que nos separan. No conozco cuadradopolis, vivo en una ciudad donde todos las figuras son super bien recibidas y eso me hace feliz, mi perrita cuadrada y yo la llevamos bien, pero me siento sola, a pesar de que amo y valoro mi soledad, me gustaría que hubiese más cuadraditos por aquí, o por lo menos círculos que, como los rectángulos, puedan ser amigos de todos. Me apena por mi familia circular, porque me gustaría ser cobijada por ellos, pero entiendo que mis ángulos y mis paredes rectas no son lo que ellos esperaban de mí, ni es algo a lo que ellos estaban acostumbrados... ¿pero saben quég? Desde que fui un círculo, ellos ya veían el potencial de cuadrado en mi y se alejaron, así que, no hay mucha diferencia.

Nunca antes me había sentido sola rodeada de tanta gente, no me refiero a gente desconocida, que no te conocen ni tu a ellos, hablo de ese tipo de soledad con gente que te conoce y gente a la que tu quieres y valoras, esa soledad es de romper el corazón y ni con grapas ni con el mejor pegamento se pude pegar, ojala queridos cuadraditos, que encuentren a más de la figura geométrica que sean, para que los escuchen, los validen y les regalen su presencia, no esa de estar solo parado al lado tuyo, sino esa presencia de estar parado alado tuyo validando y honrando al cuadradito que eres.

lunes, 14 de abril de 2025

86. Dejar que te atraviese

Escucho un podcast siempre que corro, lo prefiero a escuchar música, porque como últimamente mis pensamientos están siendo bastante intrusivos, prefiero tenerlos esperando mientras yo me concentro escuchando conversaciones interesantes. Ciertamente me a hecho mucho bien eso, encontré un podcast: La Magia del Caos se llama, y la verdad que es un bonito resumen para mi vida los últimos dos años, en fin, hoy mientras corría mis 13k, escuchaba que hablaban sobre el niño interior y la idea equivocada que tenemos todos; mucha televisión diría por ahí, mucha ignorancia y facilismo diría yo. Pues ahora que estoy atravesando por mis procesos personales, me he dado cuenta cuantas heridas de infancia tengo sin resolver y cuanto tiempo he estado poniéndole curitas o echándole agüita para limpiarlas, pero nunca me había dado el tiempo de sentarme a ver: cuando, como y quién me las hizo. No crean que en un estado de profunda madurez, he decidido analizar mis heridas y curármelas, pues no; me paso tal cual lo dijeron en ese podcast: la emoción es un repartidor que esta tocando la puerta para entregarte el paquete y que tu recibas, le firmes y el se pueda ir en paz; pero este repartidor tiene que entregar el paquete y sino le abres, te va a tumbar la puerta y de te va obligar a recibirlo, y así me a tocado a mi desde  hace poco más de un año, las emociones me encontraron escondida detrás del sillón y vinieron todas juntas. Pasa que cuando fuimos pequeños, nos enseñaron cosas duras – ojo aquí, no es un juicio para nuestros cuidadores, ellos enseñaban desde el lugar que les enseñaron a ellos y ese lugar en muchas de las ocasiones fue un lugar de dolor y evitamiento- nos enseñaban a no sentir, por ejemplo; no se podía llorar, solo las niñas lloran o el famoso llorar es de cobardes, nunca dejes que nadie te vea llorar ¿de que lloras, te voy a dar razones para llorar de verdad? Casi siempre las emociones que no nos dejaban transitar eran las de pena, dolor; eran incomodas para los cuidadore, no sabían como consolar, porque nunca fueron consolados, entonces era mejor evitarlas, esconderlas, callarlas y eso hicimos. Yo era super llorona de pequeña y se reían mucho de mí, seguro que ya va a llorar, no le digas nada porque de todo llora, ya seguro esta llorando, no juguemos con ella porque va a llorar; y cosas así, entonces como nadie quería estar conmigo cuando lloraba y no me gustaba estar sola, deje de llorar, entonces ahora en lugar de darme todo ganas de llorar, ahora todo me daba colera y vivía renegando ¡ay ese genio tuyo, de todo te enojas! Era muy difícil tenerlos contentos, pero al menos con estar enojada nadie se alejaba de mí, así que con esa me quede y transite en enojo muchos años. El año pasado, no por una decisión voluntaria, el dolor me atravesó y no como una ráfaga de vientito que pasa suavemente, sino como un huracán que destruye todo a su paso y así fue, me ha atravesado tan fuertemente el dolor, por todos estos años que lo tuve esperándome en la puerta, que es extraño que aun después de 11 años me doy cuenta que sigo triste por la muerte de mi abuela, que me destroza el alma vivir en esta casa que fue de ella y estar sola sin ella y muchos otros dolores que nunca pude decir pero que en este revolcón que me dio la emoción se han destapado, se destapó la olla y todo salió volando, esparciéndose por todas partes, sin control y sin piedad. Es gracioso, porque yo siempre fui la valiente, la que no lloraba, la que pasaba lo que pasara estaba para consolar a todos, siempre atenta y centrada preocupada de que todos estén bien, yo con un par de lágrimas todo bien, no hay que llorar mucho, a la gente no le gusta, pensaba; pues que paso que ahora que no puedo ser la valiente y soy la que llora mucho, no tengo quien me consuele, no estoy acostumbrada a ser consolada, ni a pedir consuelo, que difícil, cuando la gente esta acostumbrada a verte de una forma y de repente un día tienes que soltar lo que te ahoga para poder respirar en paz y ser finalmente tú, duele un montón.

 Bueno a lo que voy, me pareció hermoso lo que escuche hoy, deja que la emoción te atraviese, no han enseñado a prohibirnos sentir, que eso esta mal, que no debemos dejar que eso pase ¡no sientas! Escóndelo, ocúltalo, entiérralo, pero ¡es tan doloroso! Tarde o temprano, eso que sentimos sale, y nos atraviesa como un puñal en el corazón, es mejor dejar que la emoción pasar en su tiempo y momento para que sea una brisa que tal ves nos mueva un poco de nuestro lugar, pero que nos de espacio para mantenernos de pie, mientras más tiempo la evitemos, más fuerza va tomando y más doloroso va a ser el proceso para nosotros,  olvídense de eso que es malo llorar o enojarse, nadie puede vivir siempre feliz, siempre sonriendo, déjense sentir, para poder tener paz.


lunes, 7 de abril de 2025

 85. ¡Ponte las pilas!


 

Ya no estes triste, hay gente a la que le va peor que a ti, ponle ganas, piensa cosas bonitas, el infaltable: ya no llores y a mi me va peor; son frases frecuentes que las personas con depresión tenemos que escuchar ¡que difícil! Me cuesta mucho decir que tengo depresión, por dos motivos, el primero, que me quiero evitar las frases que acabo de ponerles, las mismas que pueden venir acompañadas de chistes o pedidos de que saques una sonrisa o pedidos de que veas lo afortunada que eres o de escuchar las cosas feas que le pasaron a la persona que le acabas de contar; pero sobre todo no me gusta contarle a nadie eso, porque me da vergüenza. Es complicado de explicar, pero desde que tengo uso de razón, la salud mental ha sido más tabú aun que las salud sexual, creo que se iban por el mismo nivel, ambas eran temas totalmente prohibidos. Entonces he tenido que llegar a los 39 y pagar mi terapia, para poder entender, que todas esas cosas que me pasaban: el insomnio, los temblores, las parálisis de sueño, el insomnio, los dolores de cabeza y los inexplicables dolores musculares; eran por la depresión y ansiedad con la que he vivido desde siempre. Me recuerdo a mí misma pasándola tan mal, teniendo tanto miedo frente a cosas de las que no tenía control, pero siempre en silencio, esperando cerrar la puerta de mi cuarto para poder expresar lo que realmente sentía, que jodido, no poder llorar tranquila por tener miedo al juicio de los demás es una vaina. Ahora pensarán que soy una persona triste que anda llorando por las esquinas y que no se ríe jamás: no es cierto, me considero una persona alegre, que esta de buen humor casi siempre, que lleva las cosas con calma, si ese es el personaje que toco construir, siempre feliz, siempre de buenas, pero ya interpretar 39 años al mismo personaje me ha desgastado ¿saben? Ahora se me antoja ser Anahis. He asumido mi depresión el año pasado, que una serie de eventos desafortunados – no como los de la película- me pasaron y al estar sola, encontró la ventana para manifestarse de una vez y por todas las veces por las que no pudo manifestarse antes. Es increíble, yo siempre pensé que las personas veníamos al mundo con una cantidad de lágrimas y que, al llegar al límite, te secabas, no quedaba más, botella vacía; ¡error! Creo que en lugar de tener el 50% de agua en mi cuerpo, yo tengo el 90%. El año pasado, me pase un día entero llorando, desde que desperté, hasta que me dormí y dormía también, mientras comía, mientras me lavaba los dientes, mientras leía, no podía dejar de llorar, me pase un mes entero llorando, y no un par de lágrimas, que bueno, no señores, los verdaderos lagrimones esos que te mojan el cachete completo cuando van cayendo, además de los mocos que también eran agüita y de la saliva que se me salía en los sollozos, me recuerdo y me dan muchas ganas de abrazarme, me siento bien orgullosa de mi por haber podido salir de eso y mejorar mis condiciones. No quiere decir que no lloro, sigo llorando todos los días; pero pronto medito, me concentro en mi respiración y lo más importante tomo agua – porque quiero parchar todo lo que se me va en llanto. No he dejado de estar triste, estoy en el mismo estado de la depresión, solo que ahora estoy intentando gestionarla mejor, solo que ahora los ataques de ansiedad me quieren tumbar al piso y les juro que es una lucha diaria por estar bien. Es una verdadera mierda que sea tu cuerpo el que te quiera joder, porque no tienes mucho por donde oponer resistencia, sin embargo, se lucha y es rema para poder salir de ahí, no siempre con éxito, pero he aprendido a agradecerme el esfuerzo por estar bien, aunque muy seguidas veces no lo logre. Bueno, esta vez decidí pedir ayuda y la verdad que me dio mucho miedo, porque el juicio es algo que nos desarma, tuve la suerte de que mi mejor amiga sea psicóloga y cuando le dije, a pesar de estar lejos, me abrazo y me recordó que esta siempre ahí, y las veces que tengo un episodio muy jodido y que siento que no doy más, le escribo y se que esta, y con eso basta, que importante estar, solo eso. Lo tuve fácil con ella, porque para mi con ella nada a sido difícil, sin embargo no dejo de estar sola y pensé que sería buena idea decirle a alguna amiga con la que comparta circunscripción territorial, me fue bastante mal; le dije amiga tengo depresión, me dijo Nooo nada que ver, eso no, eso le da la gente ociosa, a la que no tiene nada de que preocuparse, mira tu ponte las pilas, este mal tiempo va a pasar, mira a mi se me perdió mi reloj el otro día, uno carísimo que me compre, y mira estoy completa, no te bajonees, sal a correr, ponle ganas, ocúpate en hacer algo, no pienses en eso y va a pasar, no te preocupes, mira tengo que ir a hacer algo urgente te llamo más tarde, claramente no volvió a llamar.

 


Es muy jodido tener depresión, no es solamente estar triste; es tu cuerpo con cero ganas de vivir, es tu cabeza repitiéndote mil veces que no sirves, que estas sola, que todos avanzan menos tu, que estas sola, que a nadie le importas, que te vas a quedar así para toda la vida, y muchas otras flores más; luchar contra ti es una de las peleas más difíciles que  hay y cuando tienes a alguien al lado ayuda un montón, a veces no; nos han enseñado tanto que tenemos que ser fuertes, que nos pasamos el tiempo interpretando papeles que  no nos corresponden y dejamos que tantas cosas se acumulen dentro, que cuando salen, son un tsunami que se lleva todo lo que encuentra a su paso, y tú te encuentras tan débil que solo te dejas llevar. Yo estoy intentando serme fiel y me he armado mi horario de actividades básicas que me he prometido cumplir, escribir es una, por eso estoy más pilas con el blog este mes; si bien no tengo a quien contarlo, tengo a quien escribirlo y tal vez alguien pueda leerlo y se abrace fuerte, por el abrazo que nadie nos da.

El domingo voy a salir a correr a las 6am, con una amiga a la que le dije que estaba triste y me dijo que la tristeza se iba corriendo, le creo, se que es así, o al menos mi pena y yo saldremos a correr con ella, es como un arbolito que encontré bien plantado mientras el tsunami me llevaba, me voy a sostener de el bien fuerte, hasta que las fuerzas se me vayan y me vuelva a dejar llevar, tal vez no ¿quién sabe? Hoy no estuve bien, pero lo intente, no me falle y me bañe y comí, eso me pone un poco contenta, no fallarme a mi es mi prioridad.

martes, 1 de abril de 2025

 84. Tú, tu novix y yo

Llevo bastante tiempo soltera, y con esto no quiero promocionarme ojo, lo que pasa es que estoy bastante acostumbrada a mi estado y mucho tiempo ha sido fácil para mi pues la mayoría de mis amigas y amigos también lo estaban, entonces las dos, o las tres salíamos felices a comer, al cine, a caminar o simplemente en nuestras casas chela en mano escuchando música para llorar. Pero de un tiempo para aquí, soy la única soltera de todos mis grupos sociales – otro día ahondaré más en esto, pero tengo dos grupos sociales, en ambos somos 3, ambos grupos los conocí en diferentes momentos de mi vida, por lo tanto entre ellas no son amigas, solo se conocen por medio mío- entonces en cada uno de estos grupos somos 3, contando conmigo y en uno de estos grupos todavía me quedaba una amiga soltera, pero oficialmente desde marzo, que yo me enteré, soy básicamente la única soltera que queda y que yo conozco, todas casadas con hijo y pareja estable, 5 de 6. Bueno, dirán ustedes ¿ya y? Voy ahora con un ejemplo de mi situación: el fin pasado, se caso una de mis grandes amigas, la única mesa impar fue en la que estuve yo, claro porque fui con nadie, y en mi mesa habían 4 parejas sentadas, una de ellas mi gran amiga, la que tuvo a bien adoptarme con su novia,  y debo confesar que las 3 nos la pasamos bomba, más genial que muchas otras parejas que ni se pararon a bailar, nosotras 3 loqueamos terrible, lo que me llevó a darme cuenta, que una vez más he sido adoptada por una pareja. No hace mucho me hice amiga de una pareja de esposos, los adoro a los dos y era habito frecuente para mi ir a su casa a almorzar, quedarme en la noche tomando un vinito con ellos o salir con los dos a los cumpleaños de los amigos que tenemos en común, quiero aclarar aquí que nunca me sentí un poquito incomoda, los dos son mis amigos y como familia para mí, pero ahora que lo veo de afuera puedo verlo como lo veían los demás: le decían a ella que tenga cuidado conmigo de su esposo y a él le decían que no tenga tantas confianzas conmigo ¿raro no? Pero se que hay toda clase de personas, yo no, para mi son mis hermanos los dos y los quiero con todo mi corazón, extraño a muerte la salida con ellos: como cuando nos paró el policía y estaba mi amigo manejando con una chela encima o como cuando estábamos tomando un vinito en su sala y los 3 nos quedamos jatos hasta la madrugada, confianzas que nos permitíamos porque nos conocemos hace mucho y los 3 somos amigos de toda la vida. Ahora vuelvo a esto, quiero que abran los ojos a la realidad, estimados, estimadas y estimades, es muy muy actual que las parejas adopten a un amigo soltero sin riesgo ni temor de que se les meta por los ojos a su pareja; siendo claros que uno adopta a un amigo al que le tiene mucha confianza, con el que hasta hace poco compartía camino y que no quiere perder por el hecho de estar en pareja, entonces es fácil incluirlo en tu nueva situación. Detengámonos a pensar un ratito, cuantas veces a pasado que un amigo por estar en pareja se aleja de todos, se aísla a vivir solo con la pareja y se convierte en un siamés que solo puede salir y estar donde este su media naranja, esos que hasta terminan las frases del otro, que comen del mismo plato y que comparten cerebro porque empiezan a pensar todo igual  y no tiene opinión propia, hago aquí un paréntesis para nombrar también a esos amigos que le cuentan todo a su pareja y de repente te encuentras un día con el esposo de tu amiga y te pregunta: ¿y qué tal te fue en el ginecólogo, tenías infección o era otra cosa? Parece chiste, pero es anécdota; esas parejas que pierden su individualidad cuando están juntas me saca de quicio, porque al fin y al cabo tu amigo no es la pareja, no tendría porque saber que tienes un grano en la nalga que te vas a ir a hacer ver, por favor amigos del mundo ¡no pierdan su sentido de la privacidad por estar en pareja!

 


Les seré profundamente franca, inicialmente me incomodaba mucho salir con una pareja de amigos, sentía que estorbaba que ellos tal vez querrían chapar y manosearse con privacidad y yo francamente sentía que estaba ahí con el violín más grande del mundo y me sentía asquerosamente incomoda, pero cierto es que, a pesar que eso siempre estuvo en mi pensamiento, nunca me he llegado a sentir así, las veces que he salido con una pareja de mis amigos, me la he pasado genial y he llegado a conocer a las parejas de mis amigos y me han parecido personas maravillosas, muchos de los cuales se han vuelto mis amigos después – hago la aclaración también de que después de salir con los maridos de muchas amigas me han parecido seres nefastos y no he encontrado una razón lógica para que hayan decidido unir sus vidas a personas tan mono neuronales, estúpidos y aburridos, pero bueno, esos son los menos-  entonces uno entiende porque tus amigos, que son personas a las que quieres sinceramente y con todo el corazón, ha escogido a esas personas para compartir sus vidas y hacerse mejores personas.

Quiero entonces a ti amigo, amiga, amigue que estas en una relación y tienes un amigo soltero, que te detengas hoy a pensar si sería buena idea adoptarlo y sacarlo con ustedes de cuando en vez – ojo tampoco estoy diciendo que es buen plan que la saquen todo el tiempo con ustedes, la pareja tiene que tener su espacio para estar juntos y demás-  si tienes una amiga de confianza total, que no te vaya a bajar el marido, invítala de ves en cuando a tomar una chela o a comer en la casa, se la pasa bomba uno, al menos yo con  las parejas que me han adoptado, nos la hemos pasado siempre bien y además de darle una brisa nueva a su relación, porque de pasada conoces como es esa persona con la que estas con tu amigo, tienes tiempo de calidad con dos personas que quieres: tu amigo y tu pareja. Y tu amigo, amiga, amigue soltera, no te hagas la difícil o la que vas a incomodar a la pareja y anímate a salir con ellos – más bien no te pases de resbalosa y te le ofrezcas a la pareja, ni tampoco la estés quemando con información que tu sepas, recuerda que las cosas que sabes de tu amiga, se irán contigo a la tumba, y la pareja no necesita saberlas, al menos no de tu boca- déjate entonces adoptar por una pareja y se amigo de la pareja de tu amigo; mientras más solteros adoptados por una pareja haya, menos personas sin tener con quien bailar en una fiesta habrá y quien sabe, como yo, tal vez te vuelvas la consejera matrimonial de la pareja, te aclaro desde ya que por ese servicio no te caerá ni un sol, !ah! pero el drama no faltara y si ya estas soltero un poquito de picante a la vida no caerá mal ¿verdad?