domingo, 3 de marzo de 2013

53.- Respira.


Dentro de todo, me considero una persona bastante tolerante, no soy tampoco una dulzurita ni tampoco un encanto cuando una persona no me agrada, pero dentro de mis normas de educación, hago despliegue de todas mis fuerzas para no ser evidente mi desagrado, y poder mantener la fiesta en paz, y tampoco no es que todas las personas me caigan de la patada, tampoco es que sea exquisita en mis gustos de compañía, pero es que hay personas, que sinceramente da ganas de fulminarla con la mirada. Y como lo venía diciendo, me consideraba (quiero hacer un pequeño énfasis en el  ABA, porque es que tampoco soy tan sinvergüenza), una persona muy tolerante, con una paciencia infranqueable, pues claro eran años y años de adiestramiento con mi abuelita de 87 años, que me ha hecho todos lo papelones posibles, en todos los lugares imaginables e inimaginables sobre la  faz de la tierra, por lo tanto, consideraba que mis niveles de paciencia, estaban muy por sobre lo normal de una mujer de mi edad, consideraba que mis niveles de tolerancia eran altísimos, que mis estándares normativos de educación social, habían sido modificados como plastilina en manos de un niño de 2 años, creía yo, tontamente, que me había convertido en una persona sencillamente abierta a conocer y soportar cualquier tipo de personalidad y comportamiento, que podría tolerar compartir conversaciones con personas de mentalidad totalmente distintas a la mía, pensaba…gran error. Y es que, hay personas totalmente insoportables, y como en algunas ocasiones, tienes la dicha de poderlas evitar con gran destreza, cual gran torero, pero si esta persona, es la hermana de tu amiga, la esposa de tu prima, el enamorado de tu mejor amiga, o tu jefe; entonces no te quedará más que respirar profundo y pensar en las infinitas posibilidades de escape mental que tendrás que tener lista durante lo que dure el inevitable encuentro frontal con dicha persona. Lo realmente complicado de la situación, es cuando la otra persona no se percata de lo incomoda que te puede resultar, y decide que serás la única persona a la que le dedicará toda su atención durante el tiempo que dure la reunión, y mientras tú buscas más formas de evitarla, esta persona encuentra más formas de acercarse a ti, y demostrarse sus mejores aspectos, los cuales  para ti, y con el transcurso de las horas, se tornan absolutamente insoportables.  Pero lo complicado de la situación, es que por ser esta persona, indirectamente cercana a ti, te impide poder reaccionar como normalmente lo harías, y por lo tanto, debes de forzarte a ti misma, a congelar una sonrisa y mantenerte así durante toda la noche; ahora tampoco podemos olvidar el detalle, de que el tiempo que dure esa reunión debes permanecer, lo más que tu cerebro te lo permita, callado, pues corres el enorme riesgo de que te salga algo totalmente sincero, o algo que realmente se merezca, o quizá algo que te este dando vueltas en la cabeza desde que lo viste abrir la boca, por lo tanto, debes de ver la mejor forma de mantenerte, como dicen por ahí CALLADITA Y BONITA. Sin lugar a dudas, si es una persona a la que te ves obligada, por cuestiones de afecto hacia tus personas cercanas que lo llevaron, sin duda durante esa noche deberás inmolarte y sonreír y hasta aplaudir alguna de tus taradeces, para (como dicen todas las mamás), mantener la fiesta en paz; ciertamente que no he podido a llegar a aplaudir alguno de sus “súper graciosísimos” chistes, lo que me produce realmente, una profunda e incontenible risa, son las cosas que esta persona puede mantener como ciertas, o como los fundamentos más grandes y poderosos de la historia, porque además, cabe resaltar que una de las virtudes con las que por lo general cuentan estas adorabilísimas personas, es que mucho más allá de que se consideras iluminados, personas con inteligencia superior, con coeficientes intelectuales superiores a los 180, personas enorme y desconmensuradamente inteligentes, son los seres humanos más tercos del universo, tercos hasta morir, pueden mantenerse firmes con la premisa de que la tierra es plana, y que al final del mar hay un dragón con la boca abierta esperando que caigan los barcos para tranquilamente poder comernos, solo para no dar su brazo a torcer, y demostrar que no se equivocaron, nada más por darte la contra y mantenerse firmes en su postura, porque esos los hace mucho más interesantes, y por lo tanto cultos e inteligentes. He conocido gente que ha sido tan pero tan obstinada en conversaciones conmigo, que me terqueaban en asuntos de los cuales yo había sido participe y ellos no, y esto con una vehemencia, que cualquiera que no supiera la realidad de las cosas, hubiera podido creerle mucho más a la otra persona que a mí que era testigo presencial. Como ya lo comentaba, una de las cosas más incomodas (muy aparte de las personas mismas), son los que no se dan en absoluto por entendidos, te pasas toda la reunión evitándolos, y en muchas ocasiones, no puedes más contigo misma y tu subconsciente te obliga a decirle una que otra pequeña cosilla,  esperando, claro que esta persona pueda por lo menos darse por enterada de lo insoportable que te parece, de lo mal que le caíste y en futuras ocasiones, cuando se entere que tu vas a estar presente, tenga el buen tino de evitarte, o por lo menos de encontrarse en algún lugar público, se haga totalmente el desconocido, y ni siquiera voltee a mirarte; pero para todo lo contrario, tienes el desagrado de topártelo en algún lugar, y esta “maravillosa” persona, tiene el destino total, de acercarse a saludarte, y no contento con eso, intenta mantener una conversación contigo, lo que te resulta mucho más que desagradable e incomodo, además de innecesario; pero esta persona se esmera por meterte conversación, y no quiere no se quiere percatar de que te quieres ir, ni siquiera porque miras el reloj cada dos segundos, ni porque contestas una inexistente llamada, y dices SI YA LLEGO,ESPERAME 5 MINUTOS, ESTOY SÚPER CERCA; se da por totalmente desentendido, ni siquiera cuando das por terminada la conversación, el sigue conversándote como si nada pasara, inclusive, cuando te despides intenta buscarte algo más de conversación, y para darte la estocada final, cuando crees que ya lo has visto todo, te pide el teléfono para llamarte un día para que salgan a tomar un café o a hacer algo, en ese momento, es cuando tienes que buscar en el bolsillo la bolsita de papel, para no oxigenarte, contar hasta mil para no saltar sobre la persona y presionarle el cuello, hasta que el aire no llegue a sus pulmones, y finalmente pueda dejar de articular tantas estupideces; cuentas hasta mil, para no decirle que es un completo imbécil por no darse cuenta de que te resulta totalmente insoportable, un bicho de lo peor, que no tienes ganas de verlo nunca más en tu vida, y que por supuesto que nunca jamás le darías el número de teléfono de tu celular, porque prefieres hablar antes miles de horas con los que te llaman para ofrecerte promociones, que dedicarle siquiera el esfuerzo físico que requiere presionar el botoncito verte y llevarte el teléfono celular a la oreja, que tan solo utilice un poco de su imaginación, si es que no tienes animo de mantener con él una conversación casual de 3 minutos, menos serías capaz de tolerarlo el tiempo que te tomaría tomar un café, que lo único que te sería agradable de verlo tomar, sería una rica botella de acido muriático, o por lo menos una botella de desinfectante; que solo tienes ganas de verlo, pero bien lejos de ti, y que sea el día en el que los hielos del ártico hayan vuelvo a reconstruirse y no se derritan nunca más, solo entonces tendrías ganas de conversar con una personita tan pero tan interesante como él; piensas esto mientras vas exhalando  por 5 vez y ya estas cerca del mil 50 mentalmente; entonces tanto una última exhalada, y recordando que están en un lugar público, optas por la opción B, le dices que estas realmente apurado, te despides de el mucho más rápido de lo que a él le tomaba insistir, y antes de que pueda salir una palabra de su boca, tu ya estas alejándote de ahí velozmente.  Lamentablemente para muchos, y quiero solidarizarme con ustedes pues yo vivo esta historia mucho más cerca de lo que quisiera, cuando nos toca uno de estos en la familia política más cercana, estamos asquerosamente destinados a toparnos con esta persona, con muchísima más frecuencia de la que ningún terapeuta podría aconsejarnos, y estamos mucho más presionados a tolerarlos de lo que nosotros mismos quisiéramos, por eso, solo les recomiendo una cosita, uno de mis mejores remedios: consíganse una bolsita de papel, para respirar profundo, y cuando las circunstancias los obliguen, para gritar un poco, son realmente buenas contienen bastantes insultos antes de romperse, totalmente recomendables, además de eso, nada más que desearles suerte, y mucha pero mucha paciencia: VALOR!...hablaos!

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