Dentro de todo, me considero una
persona bastante tolerante, no soy tampoco una dulzurita ni tampoco un encanto
cuando una persona no me agrada, pero dentro de mis normas de educación, hago
despliegue de todas mis fuerzas para no ser evidente mi desagrado, y poder
mantener la fiesta en paz, y tampoco no es que todas las personas me caigan de
la patada, tampoco es que sea exquisita en mis gustos de compañía, pero es que
hay personas, que sinceramente da ganas de fulminarla con la mirada. Y como lo venía
diciendo, me consideraba (quiero hacer un pequeño énfasis en el ABA, porque es que tampoco soy tan
sinvergüenza), una persona muy tolerante, con una paciencia infranqueable, pues
claro eran años y años de adiestramiento con mi abuelita de 87 años, que me ha
hecho todos lo papelones posibles, en todos los lugares imaginables e
inimaginables sobre la faz de la tierra,
por lo tanto, consideraba que mis niveles de paciencia, estaban muy por sobre
lo normal de una mujer de mi edad, consideraba que mis niveles de tolerancia
eran altísimos, que mis estándares normativos de educación social, habían sido
modificados como plastilina en manos de un niño de 2 años, creía yo,
tontamente, que me había convertido en una persona sencillamente abierta a
conocer y soportar cualquier tipo de personalidad y comportamiento, que podría
tolerar compartir conversaciones con personas de mentalidad totalmente
distintas a la mía, pensaba…gran error. Y es que, hay personas totalmente
insoportables, y como en algunas ocasiones, tienes la dicha de poderlas evitar
con gran destreza, cual gran torero, pero si esta persona, es la hermana de tu
amiga, la esposa de tu prima, el enamorado de tu mejor amiga, o tu jefe;
entonces no te quedará más que respirar profundo y pensar en las infinitas posibilidades
de escape mental que tendrás que tener lista durante lo que dure el inevitable
encuentro frontal con dicha persona. Lo realmente complicado de la situación,
es cuando la otra persona no se percata de lo incomoda que te puede resultar, y
decide que serás la única persona a la que le dedicará toda su atención durante
el tiempo que dure la reunión, y mientras tú buscas más formas de evitarla,
esta persona encuentra más formas de acercarse a ti, y demostrarse sus mejores
aspectos, los cuales para ti, y con el
transcurso de las horas, se tornan absolutamente insoportables. Pero lo complicado de la situación, es que
por ser esta persona, indirectamente cercana a ti, te impide poder reaccionar
como normalmente lo harías, y por lo tanto, debes de forzarte a ti misma, a
congelar una sonrisa y mantenerte así durante toda la noche; ahora tampoco
podemos olvidar el detalle, de que el tiempo que dure esa reunión debes
permanecer, lo más que tu cerebro te lo permita, callado, pues corres el enorme
riesgo de que te salga algo totalmente sincero, o algo que realmente se merezca,
o quizá algo que te este dando vueltas en la cabeza desde que lo viste abrir la
boca, por lo tanto, debes de ver la mejor forma de mantenerte, como dicen por
ahí CALLADITA Y BONITA. Sin lugar a dudas, si es una persona a la que te ves
obligada, por cuestiones de afecto hacia tus personas cercanas que lo llevaron,
sin duda durante esa noche deberás inmolarte y sonreír y hasta aplaudir alguna
de tus taradeces, para (como dicen todas las mamás), mantener la fiesta en paz;
ciertamente que no he podido a llegar a aplaudir alguno de sus “súper
graciosísimos” chistes, lo que me produce realmente, una profunda e
incontenible risa, son las cosas que esta persona puede mantener como ciertas,
o como los fundamentos más grandes y poderosos de la historia, porque además,
cabe resaltar que una de las virtudes con las que por lo general cuentan estas
adorabilísimas personas, es que mucho más allá de que se consideras iluminados,
personas con inteligencia superior, con coeficientes intelectuales superiores a
los 180, personas enorme y desconmensuradamente inteligentes, son los seres
humanos más tercos del universo, tercos hasta morir, pueden mantenerse firmes
con la premisa de que la tierra es plana, y que al final del mar hay un dragón
con la boca abierta esperando que caigan los barcos para tranquilamente poder comernos,
solo para no dar su brazo a torcer, y demostrar que no se equivocaron, nada más
por darte la contra y mantenerse firmes en su postura, porque esos los hace
mucho más interesantes, y por lo tanto cultos e inteligentes. He conocido gente
que ha sido tan pero tan obstinada en conversaciones conmigo, que me terqueaban
en asuntos de los cuales yo había sido participe y ellos no, y esto con una vehemencia,
que cualquiera que no supiera la realidad de las cosas, hubiera podido creerle
mucho más a la otra persona que a mí que era testigo presencial. Como ya lo
comentaba, una de las cosas más incomodas (muy aparte de las personas mismas),
son los que no se dan en absoluto por entendidos, te pasas toda la reunión evitándolos,
y en muchas ocasiones, no puedes más contigo misma y tu subconsciente te obliga
a decirle una que otra pequeña cosilla,
esperando, claro que esta persona pueda por lo menos darse por enterada
de lo insoportable que te parece, de lo mal que le caíste y en futuras
ocasiones, cuando se entere que tu vas a estar presente, tenga el buen tino de
evitarte, o por lo menos de encontrarse en algún lugar público, se haga
totalmente el desconocido, y ni siquiera voltee a mirarte; pero para todo lo
contrario, tienes el desagrado de topártelo en algún lugar, y esta “maravillosa”
persona, tiene el destino total, de acercarse a saludarte, y no contento con
eso, intenta mantener una conversación contigo, lo que te resulta mucho más que
desagradable e incomodo, además de innecesario; pero esta persona se esmera por
meterte conversación, y no quiere no se quiere percatar de que te quieres ir,
ni siquiera porque miras el reloj cada dos segundos, ni porque contestas una
inexistente llamada, y dices SI YA LLEGO,ESPERAME 5 MINUTOS, ESTOY SÚPER CERCA;
se da por totalmente desentendido, ni siquiera cuando das por terminada la conversación,
el sigue conversándote como si nada pasara, inclusive, cuando te despides
intenta buscarte algo más de conversación, y para darte la estocada final,
cuando crees que ya lo has visto todo, te pide el teléfono para llamarte un día
para que salgan a tomar un café o a hacer algo, en ese momento, es cuando
tienes que buscar en el bolsillo la bolsita de papel, para no oxigenarte,
contar hasta mil para no saltar sobre la persona y presionarle el cuello, hasta
que el aire no llegue a sus pulmones, y finalmente pueda dejar de articular
tantas estupideces; cuentas hasta mil, para no decirle que es un completo imbécil
por no darse cuenta de que te resulta totalmente insoportable, un bicho de lo
peor, que no tienes ganas de verlo nunca más en tu vida, y que por supuesto que
nunca jamás le darías el número de teléfono de tu celular, porque prefieres
hablar antes miles de horas con los que te llaman para ofrecerte promociones,
que dedicarle siquiera el esfuerzo físico que requiere presionar el botoncito
verte y llevarte el teléfono celular a la oreja, que tan solo utilice un poco
de su imaginación, si es que no tienes animo de mantener con él una conversación
casual de 3 minutos, menos serías capaz de tolerarlo el tiempo que te tomaría
tomar un café, que lo único que te sería agradable de verlo tomar, sería una
rica botella de acido muriático, o por lo menos una botella de desinfectante;
que solo tienes ganas de verlo, pero bien lejos de ti, y que sea el día en el
que los hielos del ártico hayan vuelvo a reconstruirse y no se derritan nunca
más, solo entonces tendrías ganas de conversar con una personita tan pero tan
interesante como él; piensas esto mientras vas exhalando por 5 vez y ya estas cerca del mil 50
mentalmente; entonces tanto una última exhalada, y recordando que están en un
lugar público, optas por la opción B, le dices que estas realmente apurado, te
despides de el mucho más rápido de lo que a él le tomaba insistir, y antes de
que pueda salir una palabra de su boca, tu ya estas alejándote de ahí velozmente. Lamentablemente para muchos, y quiero
solidarizarme con ustedes pues yo vivo esta historia mucho más cerca de lo que
quisiera, cuando nos toca uno de estos en la familia política más cercana,
estamos asquerosamente destinados a toparnos con esta persona, con muchísima más
frecuencia de la que ningún terapeuta podría aconsejarnos, y estamos mucho más
presionados a tolerarlos de lo que nosotros mismos quisiéramos, por eso, solo
les recomiendo una cosita, uno de mis mejores remedios: consíganse una bolsita
de papel, para respirar profundo, y cuando las circunstancias los obliguen,
para gritar un poco, son realmente buenas contienen bastantes insultos antes de
romperse, totalmente recomendables, además de eso, nada más que desearles
suerte, y mucha pero mucha paciencia: VALOR!...hablaos!
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