jueves, 27 de diciembre de 2012

44.- Enero…no la hago!


Diciembre es sin una uno de los meses más bonitos del año, donde uno de reencuentra con la familia, con sus amigos, con la gente que quiere de verdad; para compartir lindos momentos, esos momentos que te ayudan a pasar el año esperando que lleguen, esas alegrías que bien valen la pena la espera, todos esos momentos llenos de magia y luz que no solo te traen la felicidad y dicha de la época, también traen consigo un enorme y nunca bien calculado desfalco económico. Pues bien, lo cierto es que uno nunca aprende, pues ciertamente no es el primer enero al que llegamos con lagrimas en los ojos, esperando con fe que termine el mes de una buena vez, pero como siempre, tontos ilusos, al llegar diciembre entre sumas y restas juramos esta vez no hacernos sufrir más. Llega el primero de diciembre, entonces decidimos guardar por precaución un poco del sueldo de noviembre, como para no sufrir, y papel en mano, decides disponer de cada centavo de tu sueldo y claro de tu gratificación, y antes de recibirlas tienes cada sol dispuesto y sacramentado, dentro del plan de gastos, pones inclusive un porcentaje de contingencia y lo demás quedará sepultado bajo mil metros en la cuenta para poder vivir decentemente durante todo enero. Pues bien inicia enero, y en la oficina deciden como siempre jugar al angelito o hacer el intercambio de regalos (algo con lo que ya contabas), por lo tanto no te sorprendes tanto y participas porque no te queda de otra, tenias presupuestado para eso no más de 30 soles, que gastarías en un adornito para la mesa, o en un portarretratos con porta lapiceros, no tienes amigos en la oficina, por lo tanto que más te da, no puedes creer cuando ves el nombre del papelito que sacaste: EL NOMBRE DE TU PINCHE JEFE!, puñetera suerte la tuya, y como para cereza del pastel, este año la base del regalo dejo de ser 30 soles para que ahora sean 50, y eso que más da! Tú crees que le vas a poder comprar un regalo de 50 soles a tu jefe, con lo jodido que es el viejo desgraciado!!!!!!,  y ahí justo cuando estas por entrar en pánico, recuerdas el porcentaje de contingencias que habías separado, suspiras y los colores te vuelven a la cara, podrás pasar alegremente por ese inconveniente. Pues bien llegas a casa y encuentras a tu vecina en la puerta la que por cierto ya te había comentado que iba a bautizar a su hija en estos días, y claro muy gustosa le dijiste que de mil amores la acompañarías…grave elección de palabras, pues ella lo tomo por otro lado y entendió que estarías gustosa de ser la madrina, y te vino a buscar para ponerse de acuerdo al respecto QUÉ!!! PERO SI ODIO LOS NIÑOS, CON LAS JUSTAS SALUDO A LA SEÑORA Y LE REVIENTO LAS PELOTAS A LA CRIA ESA CUANDO ME LAS TIRA AL JARDIN! MADRINA DE ESA LARVA YO!!, precisamente antes de que caigas desmayada, tu adorada vecinita te sale con que solo quiere que le pongas los recuerditos y el traje a la bebe…QUÉ!! Y CUANTO ES ESO! no tenías ni pensado que eso pasaría! Y lo peor de todo esto, es que ni como decir que no, nada que hacer, un cero menos para las contingencias. Y así de manera muy normal, pero comenzando a sentir la presión el mes va a avanzando lento muy lentamente como si realmente no quisiera pasar nunca. Día a día ves como tu cuenta se va a adelgazando, con una rapidez que tu hubieras deseado tener para llegar regia al verano. Y se viene el otro intercambio de regalos, el de tu grupo de amigos, este también estaba programado por lo tanto es solo una raya de check para tu lista de gastos, grande tu sorpresa cuando sacas tu papelito y te toca tu mejor amigo, el cual desde inicios de mes te pidió que le dijeras a su ángel que quería, y sin duda sobrepasa de muy buena gana el monto base de los regalos…LA RECON*ía, y sin duda sobrepasa de muy buena gana el monto base de los regalos…LA RECON*%A! y ahora de donde sacas para ese regalo!!una vez más recuerdas la contingencia y mientras corre la gota de sudor por tu rostro, recuerdas que con este gasto le decías hasta nunca a los benditos gastos de contingencia, que lo único que quedaría para emergencias, sería ese entierro que hiciste para poder sobrevivir en enero, invocando a los apus, esperas no tener otro gasto inesperado, y sigues adelante con el mes, esperando siempre que termine pronto. Pues bien vas a tu primer intercambio de regalos, te esmeraste con el regalo para tu jefe, como sabes que es un súper guarapero (que toma trago hasta por los poros), le llevas un etiqueta verde, que conseguiste con tu amigo que trae contrabando, nada barato te salió el chiste, pero bien vale el esfuerzo en aras de un posible aumento, pues aciertas, al viejo pedorro le encanta el regalo, y después del intercambio en la oficina los invita a todos a tomarse un trago, te pide personalmente que vallas, para agradecerte el regalo, a pesar que no pensabas ir porque no soportas a nadie de ahí, vas para no despreciarle la invitación al jefe; cabe recalcar que el invita, pero cada uno paga su cuenta, viejo miserable, no invita ni siquiera el pisco sour de cortesía que dan, para peor el viejo exquisito los lleva a un lugar súper caro, donde te cobran hasta por respirar, por lo tanto un suspiro te puede llevar a la quiebra, se sienta al lado tuyo y se la pasa conversándote toda la noche, tal parece que el desgraciado quiere estar seguro de que estés tomando, MISERABLE! Obligada tomas tres tragos, y sosteniendo que se sientes mal, sales de ahí, no sin antes claro pagar tu cuenta, lo que te arranca desde lo más profundo del alma un mudo gemido, 200 soles por tres malditos coctelitos del infierno!. Pagas lo más rápido posible para que el alcohol que esta hirviendo dentro de ti, no salga para darle el encuentro a tu jefe y decirle lo que amablemente piensas de él. Cada noche que queda del mes, ruegas que se termine pronto, pero contrario a esto, con la facilidad de la plastilina se hace cada vez más largo. Y llega el otro intercambio de regalos y le das a tu amigo ese regalo del que tanto te hablo, no hay otra persona más feliz en la reunión, y tampoco te puedes quejar de lo que recibes ( contrario a lo del trabajo que te dieron un portarretratos, el que no tuvieron la delicadeza de quitarle la etiqueta que decía 15 soles, INFELICES!), por lo tanto y como estas descaradamente contenta, se arma una tremenda juerga, y termina todo en una tremenda destrucción, no te acuerdas ni siquiera en qué momento cuando se acabo el trago, ofreciste 50 soles para que la fiesta siga. Al día siguiente, intentando recoger tus pasos de la noche anterior, te ayudan a recordar lo dadivosa que estuviste. Suspiras, revisas tu billetera, y los boucher de retiros, y una lagrima corre por tu mejilla, ahora sí que te prometes a ti misma no sacar un sol más de tu cuenta de supervivencia. Llega la navidad, y eso si que es para llorar, pues cerca de fiestas todo es mucho más caro, y por lo tanto todo lo que tenías destinado para esto, no te alcanza, y sin pensarlo mucho, te prometes que será lo último que saques de la cuenta de supervivencia y suspiras y cierras la billetera. Pero ese sin duda no sería el ultimo gemido de ayuda de tu cuenta de ahorros en soles, pues aun falta “Año Nuevo”, no contabas con la parrillada en casa de tu hermana, ni con el vestido espectacular que encontrarías en oferta, ni tampoco con esos zapatos maravillosos que combinaban con ese vestido espectacular, ni tampoco en la cartera de exactamente el mismo color que los zapatos; en definitiva no contabas con nada de eso, ni tampoco que ese día volvería a aparecer la dadivosa que habita dentro de ti, y que sale en los momentos menos indicados y que esa noche, para la salvar la fiesta, nuevamente inmolarías tu dinero de supervivencia, y proseguirías con su proceso de descomposición. No consigues reunir el valor suficiente, y cuando se termina lo que tienes en la billetera, casi temblando vas al cajero para retirar lo que haya sobrevivido a la hecatombe de diciembre; al ver el saldo necesitas unos segundos para recuperar el aire, tienes por unos segundos un leve dejavu de lo pasado el año pasado, suspiras profundamente y te prometes a ti misma que este año no te pasará lo mismo, que esta vez si tendrás todo bajo control. Lo cierto es que nadie puede con diciembre, este mes a derrumbado a los más fuertes, excepto claro que te quieras graduar de GRINCH, este mes te traerá para abajo; pero a pesar de todas estas claras advertencias y lamentables casos de la vida real, de los cuales conoces muy bien, no se puede evitar sentirse contagiado por el espíritu derrochador del mes, además, acaso no te rompes el lomo todo el año, para despilfarrar todo lo que ahorraste y ganaste en menos de 25 días!!...pues no lo se, espero que respondas que si, para que en enero mientras vas caminando al trabajo(porque no tienes ni para la combi) te sientas profundamente feliz; lo que es yo, tengo que volver a sumar y restar unas cosillas, caso contrario, no la hago…FELICES FIESTAS!!, hablaos!

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