Diciembre es sin una uno de los
meses más bonitos del año, donde uno de reencuentra con la familia, con sus
amigos, con la gente que quiere de verdad; para compartir lindos momentos, esos
momentos que te ayudan a pasar el año esperando que lleguen, esas alegrías que
bien valen la pena la espera, todos esos momentos llenos de magia y luz que no
solo te traen la felicidad y dicha de la época, también traen consigo un enorme
y nunca bien calculado desfalco económico. Pues bien, lo cierto es que uno
nunca aprende, pues ciertamente no es el primer enero al que llegamos con
lagrimas en los ojos, esperando con fe que termine el mes de una buena vez,
pero como siempre, tontos ilusos, al llegar diciembre entre sumas y restas juramos
esta vez no hacernos sufrir más. Llega el primero de diciembre, entonces
decidimos guardar por precaución un poco del sueldo de noviembre, como para no
sufrir, y papel en mano, decides disponer de cada centavo de tu sueldo y claro
de tu gratificación, y antes de recibirlas tienes cada sol dispuesto y
sacramentado, dentro del plan de gastos, pones inclusive un porcentaje de
contingencia y lo demás quedará sepultado bajo mil metros en la cuenta para
poder vivir decentemente durante todo enero. Pues bien inicia enero, y en la
oficina deciden como siempre jugar al angelito o hacer el intercambio de
regalos (algo con lo que ya contabas), por lo tanto no te sorprendes tanto y
participas porque no te queda de otra, tenias presupuestado para eso no más de
30 soles, que gastarías en un adornito para la mesa, o en un portarretratos con
porta lapiceros, no tienes amigos en la oficina, por lo tanto que más te da, no
puedes creer cuando ves el nombre del papelito que sacaste: EL NOMBRE DE TU
PINCHE JEFE!, puñetera suerte la tuya, y como para cereza del pastel, este año
la base del regalo dejo de ser 30 soles para que ahora sean 50, y eso que más
da! Tú crees que le vas a poder comprar un regalo de 50 soles a tu jefe, con lo
jodido que es el viejo desgraciado!!!!!!,
y ahí justo cuando estas por entrar en pánico, recuerdas el porcentaje
de contingencias que habías separado, suspiras y los colores te vuelven a la
cara, podrás pasar alegremente por ese inconveniente. Pues bien llegas a casa y
encuentras a tu vecina en la puerta la que por cierto ya te había comentado que
iba a bautizar a su hija en estos días, y claro muy gustosa le dijiste que de
mil amores la acompañarías…grave elección de palabras, pues ella lo tomo por
otro lado y entendió que estarías gustosa de ser la madrina, y te vino a buscar
para ponerse de acuerdo al respecto QUÉ!!! PERO SI ODIO LOS NIÑOS, CON LAS
JUSTAS SALUDO A LA SEÑORA Y LE REVIENTO LAS PELOTAS A LA CRIA ESA CUANDO ME LAS
TIRA AL JARDIN! MADRINA DE ESA LARVA YO!!, precisamente antes de que caigas
desmayada, tu adorada vecinita te sale con que solo quiere que le pongas los recuerditos
y el traje a la bebe…QUÉ!! Y CUANTO ES ESO! no tenías ni pensado que eso pasaría!
Y lo peor de todo esto, es que ni como decir que no, nada que hacer, un cero menos
para las contingencias. Y así de manera muy normal, pero comenzando a sentir la
presión el mes va a avanzando lento muy lentamente como si realmente no
quisiera pasar nunca. Día a día ves como tu cuenta se va a adelgazando, con una
rapidez que tu hubieras deseado tener para llegar regia al verano. Y se viene
el otro intercambio de regalos, el de tu grupo de amigos, este también estaba
programado por lo tanto es solo una raya de check para tu lista de gastos,
grande tu sorpresa cuando sacas tu papelito y te toca tu mejor amigo, el cual
desde inicios de mes te pidió que le dijeras a su ángel que quería, y sin duda
sobrepasa de muy buena gana el monto base de los regalos…LA RECON*ía, y sin
duda sobrepasa de muy buena gana el monto base de los regalos…LA RECON*%A! y
ahora de donde sacas para ese regalo!!una vez más recuerdas la contingencia y
mientras corre la gota de sudor por tu rostro, recuerdas que con este gasto le
decías hasta nunca a los benditos gastos de contingencia, que lo único que quedaría
para emergencias, sería ese entierro que hiciste para poder sobrevivir en
enero, invocando a los apus, esperas no tener otro gasto inesperado, y sigues
adelante con el mes, esperando siempre que termine pronto. Pues bien vas a tu
primer intercambio de regalos, te esmeraste con el regalo para tu jefe, como
sabes que es un súper guarapero (que toma trago hasta por los poros), le llevas
un etiqueta verde, que conseguiste con tu amigo que trae contrabando, nada
barato te salió el chiste, pero bien vale el esfuerzo en aras de un posible
aumento, pues aciertas, al viejo pedorro le encanta el regalo, y después del
intercambio en la oficina los invita a todos a tomarse un trago, te pide
personalmente que vallas, para agradecerte el regalo, a pesar que no pensabas
ir porque no soportas a nadie de ahí, vas para no despreciarle la invitación al
jefe; cabe recalcar que el invita, pero cada uno paga su cuenta, viejo
miserable, no invita ni siquiera el pisco sour de cortesía que dan, para peor
el viejo exquisito los lleva a un lugar súper caro, donde te cobran hasta por
respirar, por lo tanto un suspiro te puede llevar a la quiebra, se sienta al
lado tuyo y se la pasa conversándote toda la noche, tal parece que el
desgraciado quiere estar seguro de que estés tomando, MISERABLE! Obligada tomas
tres tragos, y sosteniendo que se sientes mal, sales de ahí, no sin antes claro
pagar tu cuenta, lo que te arranca desde lo más profundo del alma un mudo
gemido, 200 soles por tres malditos coctelitos del infierno!. Pagas lo más rápido
posible para que el alcohol que esta hirviendo dentro de ti, no salga para
darle el encuentro a tu jefe y decirle lo que amablemente piensas de él. Cada
noche que queda del mes, ruegas que se termine pronto, pero contrario a esto,
con la facilidad de la plastilina se hace cada vez más largo. Y llega el otro
intercambio de regalos y le das a tu amigo ese regalo del que tanto te hablo,
no hay otra persona más feliz en la reunión, y tampoco te puedes quejar de lo
que recibes ( contrario a lo del trabajo que te dieron un portarretratos, el
que no tuvieron la delicadeza de quitarle la etiqueta que decía 15 soles,
INFELICES!), por lo tanto y como estas descaradamente contenta, se arma una
tremenda juerga, y termina todo en una tremenda destrucción, no te acuerdas ni
siquiera en qué momento cuando se acabo el trago, ofreciste 50 soles para que
la fiesta siga. Al día siguiente, intentando recoger tus pasos de la noche
anterior, te ayudan a recordar lo dadivosa que estuviste. Suspiras, revisas tu
billetera, y los boucher de retiros, y una lagrima corre por tu mejilla, ahora sí
que te prometes a ti misma no sacar un sol más de tu cuenta de supervivencia.
Llega la navidad, y eso si que es para llorar, pues cerca de fiestas todo es
mucho más caro, y por lo tanto todo lo que tenías destinado para esto, no te
alcanza, y sin pensarlo mucho, te prometes que será lo último que saques de la
cuenta de supervivencia y suspiras y cierras la billetera. Pero ese sin duda no
sería el ultimo gemido de ayuda de tu cuenta de ahorros en soles, pues aun
falta “Año Nuevo”, no contabas con la parrillada en casa de tu hermana, ni con
el vestido espectacular que encontrarías en oferta, ni tampoco con esos zapatos
maravillosos que combinaban con ese vestido espectacular, ni tampoco en la
cartera de exactamente el mismo color que los zapatos; en definitiva no
contabas con nada de eso, ni tampoco que ese día volvería a aparecer la
dadivosa que habita dentro de ti, y que sale en los momentos menos indicados y
que esa noche, para la salvar la fiesta, nuevamente inmolarías tu dinero de
supervivencia, y proseguirías con su proceso de descomposición. No consigues
reunir el valor suficiente, y cuando se termina lo que tienes en la billetera,
casi temblando vas al cajero para retirar lo que haya sobrevivido a la hecatombe
de diciembre; al ver el saldo necesitas unos segundos para recuperar el aire,
tienes por unos segundos un leve dejavu de lo pasado el año pasado, suspiras
profundamente y te prometes a ti misma que este año no te pasará lo mismo, que
esta vez si tendrás todo bajo control. Lo cierto es que nadie puede con diciembre,
este mes a derrumbado a los más fuertes, excepto claro que te quieras graduar
de GRINCH, este mes te traerá para abajo; pero a pesar de todas estas claras
advertencias y lamentables casos de la vida real, de los cuales conoces muy
bien, no se puede evitar sentirse contagiado por el espíritu derrochador del
mes, además, acaso no te rompes el lomo todo el año, para despilfarrar todo lo
que ahorraste y ganaste en menos de 25 días!!...pues no lo se, espero que respondas
que si, para que en enero mientras vas caminando al trabajo(porque no tienes ni
para la combi) te sientas profundamente feliz; lo que es yo, tengo que volver a
sumar y restar unas cosillas, caso contrario, no la hago…FELICES FIESTAS!!,
hablaos!
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