viernes, 26 de octubre de 2012

35.- Ama de casa…completamente desesperada!


Siempre pensé que las tareas de la casa eran algo sencillas y aburridas, es más cuando me tocaba realizar estas labores en casa, lo detestaba con todo mi ser: barrer me parecía de una flojera total, y pasaba la escoba (así como decía mi mamá) como si por aquí paso Juan(y la verdad que nunca pude entender que tiene que ver Juan con todo este asunto de malpasar la escoba por la sala; lavar platos, es realmente desastroso, y más aun cuando son cosas grasosas, o cuando te mandan a lavar los platos después de una reunión y aproximadamente 25 platos asquerosos de salivas ajenas…horroroso; limpiar el baño,  sacudir el polvo de tu cuarto, limpiar los libros de la biblioteca, barrer el patio, arreglar el jardín…NOOOO!, solamente nombrarlos, me da una flojeraaaa, fatal! Pero hasta ahora puedo decir que he podido zafarme magistralmente de cumplir estas labores al pie de la letra, como nunca tuve a nadie sobre mi supervisándome las labores, y cuando hubo; había tanta gente dentro de la casa, que el hecho de hacer o no hacer algo, pasaba inmensamente desapercibido, por lo tanto, nunca me dedique ni siquiera a hacerlo por lo menos de algo bien…claro hasta hoy, que tuve que hacerme cargo de la casa con todo lo que hay dentro de ella (incluyendo toda la suciedad que esta produce), y es más mi adorada conviviente, que antes era un mar de dulzura mientras desarrollaba sus labores, se convirtió en el juez más implacable que podía haber. Hacerse cargo de toda una casa, es realmente una porquería, una tiene que estar al pendiente de todo, que joder!, desde el más pequeño detalle, hasta el más grande; una porquería. Yo estaba total y completamente feliz con mi vida, me despertaba como siempre con las justas para llegar a donde tenía que ir, tomaba desayuno en menos de 10 minutos, sacaba algunas cosas del refrigerador para ayudar con el almuerzo, y en una salía volando; no regresaba sino hasta el almuerzo para obviamente almorzar, descansaba un rato, salía de nuevo a algún lado y hasta la noche no regresaba, y claro está, así era profundamente feliz!. Pues para mi fortuna esta semana, tuve que echarme la casa al hombro, tuve que hacerme cargo de toda la casa y además de eso, tener que soplarme el millón de críticas de mi amadísima juez. Cuando me dijo que me iba a tener que hacer cargo de la limpieza, dije ESTA BIEN!, que tanto problema me podía hacer; cuando me dijo: además también tienes que hacerte cargo de las compras, dije SI , ESTA BIEN; cuando me dijo, tienes que hacerte cargo también de la cocina, dije MMMMMM…YA PUES NI MODO; ya cuando me dijo, mira al final te tienes que hacer cargo de todo, dije… MMMMMMM…PERO..YA QUE! En fin, mientras me lo dijeron, no me puse a pensar que podía ser tan complicado, pensaba yo que si cualquier otra persona lo podía hacer, pues porque yo no! Así que el primer día me arme de valor, y muy confiada en mis habilidades domesticas, me desperté media hora antes de lo normal, confiadísima en que el tiempo me iba a sobrar para hacer todo lo que tenía…ja! Qué ilusa!, pelar papas había sido todo un arte antiguo, tu puedes pasar inocentemente el cuchillo sobre ellas y piensas que estas liberándolo de la pesada y polvosa capa que recubre al nombrado tubérculo, pero no! te estás llevando casi la mitad del anteriormente nombrado tubérculo, y es posible que cuando termines de pelar la papa, que inicialmente era del tamaño de un melón, termine del tamaño de un limón, claro que para inexplicablemente; pero decides no darte por vencida, y te pones a pelar la cebolla, para poder terminar finalmente de cocinar…sin duda es otro arte milenario, puedes dejar en eso más lagrimas que con el último capítulo de tu novela favorita, no lloraste tanto ni cuando Jack de hunde en el final de Titanic, no tanto como con esa cebolla blanca que pretender cortar, la que pretendes partir en miles de pedacitos, tarea casi imposible, no pude clavarle más de tres veces el cuchillo sin poder evitar de alguna forma, que me cayeran un par de lagrimas y claro sin darle importancia, pretendí seguir adelante, imposible, en menos de 3 minutos era un mar de lagrimas, no podía ver sino lagrimas y lagrimas y lagrimas, era terrible!; pero como si eso no fuera suficiente venganza de la cebolla, el olor que te queda en las manos, es irremisible, no hay jabón, perfume, esencia de flores que lo puedan arrancar de tu piel, es imposible esconderlo, al lugar a donde llegues, sin duda todos sabrán que estuviste pelando cebollas como para comedor popular. La cocina es un asunto, que si poca sal: desabrido, que si mucha sal: asqueroso, incomible; pues entonces una que hace? Ya que, echarla y persignarse, porque como sea que salga el bodrio se lo tendrán que comer, piensas, pero no estas preparada para la innumerable fila de comentarios que te vienen encima. Después de todo el esfuerzo que te cuesta hacer algo en la cocina, que por lo menos sea masticable, y ligeramente digerible; para que cuando finalmente sirves el plato, y pones en el toda tu ilusión, para poder recibir aunque sea un forzado “GRACIAS”; comienzan con AYY! ESTA SÚPER SALADO, o AYYY! EL ARROZ NO ESTA GRANEADO, ESTA MASACOTE, o AYY! LA CEBOLLA ESTA CRUDA!, o AYY SABE HORRIBLE, NO LE HECHASTE EL CUBITO DE POLLO?, o AY! QUE ESTA FEO, SEGURO QUE NO LO HICISTE COMO YO TE DIJE!...es entonces cuando tienen que alejar todo objeto punzo cortante de ti, porque hasta una simple cucharita de té, puede ser altamente peligrosa, encima que te revientas el alma, toda la mañana en la cocina, para poder hacer algo para que esos ingratos de porquería tengan que comer, te salen con esa fila de reclamos…ni que fueras Gastón Acurio!, ni que fueran los jurados de Top chef master!, no puesss. Pero no podemos dejar pasar por alto la parte de la limpieza, barrer es realmente aburridísimo, además de que por alguna terrible razón, por más que pases la escoba miles de veces por el mismo sitio, SIEMPRE HABRA POLVO, SIEMPRE!, una echa una pelotuda se puede pasar toda la mañana limpiando la sala, pero cuando vienen tus “patrones” a supervisar tus tareas, te dicen: TODA LA MAÑANA EN LA CASA, PARA QUE NISIQUIERA PASES UNA ESCOBA POR LA SALA!, SI ESTA HECHA UN ASCO, MIRA COMO SALE EL POLVO, y pasando el maldito dedo inquisidor sobre alguna superficie, que con seguridad tu te pasaste la mañana limpiando…sacan los muy mendigos polvo!!!, de dónde? Cómo? Qué paso? En qué momento regresó el polvo? Maldito, no tiene fin. Ahora encerar o trapear, no es un asco?, si no tienes un buen trapeador, tienes que tirarte de cuatro patas al piso, cual Cenicienta, a pasar el asqueroso trapo, alguna vez han intentado sacar la cera de los pisos de las manos? Queda profundamente grasoso, no hay jabón que lo saque, no hay perfume que sea más fuerte que el de la cera; y han pensado lo que es ponerse a apretar el trapo que pasaste por el piso, lleno de tierra… es algo definitivamente inolvidable. Sacudir el polvo es, inenarrable, fundamentalmente si eres alérgica al polvo como yo, tengo que disfrazarme de médico cirujano: guantes, tapabocas y lentes, sino a las dos horas puedo morir atragantada de mis fluidos nasales (MOCO!), que salen de mi nariz con la facilidad con la que el agua sale por el pilón; pasármela sacude y sacude toda la mendiga mañana, es insoportable. Finalmente lo haces, pues ya te comprometiste a hacerlo, pero lo que realmente puede matarte, es que al final del día, nadie note un solo poquito, que te pasaste toda la maldita mañana limpiando la sala, y pasando el trapo maligno en todas las esquinas para sacar todas las telarañas; pero lo realmente insoportable, es que además de que no notan ni un solo detalle de lo que te pasaste haciendo toda la mañana, tienen en la punta de la lengua las mejores críticas para lo que preparaste de comida, que si la papa esta cruda, que esta desabrido, que esa muy espeso…NO!!!, te salen con una lista de reclamos, peor que si fueras un restaurante gourmet!, pero vamos si tan solo estás haciendo tus pininos gastronómicos, por lo menos un ESTA DESCENTE! Nos daría una razón más para vivir. Definitivamente, las labores de la casa son de una flojera total, terminas el día sin ganas ni siquiera de ponerte la pijama, solamente de meterte al sobre para poder finalmente descansar. Admirable tarea de aquellas que se quedan todo el día en casa limpiando cada uno de los rincones, de veritas que son para ponerlas en un altar, particularmente YO!, estoy contando los días que me quedan de ama de casa, para recuperar mi vida mundana y dedicarme a seguir perdiendo mi adorado tiempo; antes claro, debo pelar la calabaza para el guiso de mañana, y terminar de pelar las habas (lo que detesto con todo mi ser),antes de ponerlo todo a hervir; antes de que todo se queme, he de emprender retirada…hablaossssss

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