Siempre pensé que las tareas de
la casa eran algo sencillas y aburridas, es más cuando me tocaba realizar estas
labores en casa, lo detestaba con todo mi ser: barrer me parecía de una flojera
total, y pasaba la escoba (así como decía mi mamá) como si por aquí paso Juan(y
la verdad que nunca pude entender que tiene que ver Juan con todo este asunto
de malpasar la escoba por la sala; lavar platos, es realmente desastroso, y más
aun cuando son cosas grasosas, o cuando te mandan a lavar los platos después de
una reunión y aproximadamente 25 platos asquerosos de salivas ajenas…horroroso;
limpiar el baño, sacudir el polvo de tu cuarto,
limpiar los libros de la biblioteca, barrer el patio, arreglar el
jardín…NOOOO!, solamente nombrarlos, me da una flojeraaaa, fatal! Pero hasta
ahora puedo decir que he podido zafarme magistralmente de cumplir estas labores
al pie de la letra, como nunca tuve a nadie sobre mi supervisándome las
labores, y cuando hubo; había tanta gente dentro de la casa, que el hecho de
hacer o no hacer algo, pasaba inmensamente desapercibido, por lo tanto, nunca
me dedique ni siquiera a hacerlo por lo menos de algo bien…claro hasta hoy, que
tuve que hacerme cargo de la casa con todo lo que hay dentro de ella
(incluyendo toda la suciedad que esta produce), y es más mi adorada
conviviente, que antes era un mar de dulzura mientras desarrollaba sus labores,
se convirtió en el juez más implacable que podía haber. Hacerse cargo de toda
una casa, es realmente una porquería, una tiene que estar al pendiente de todo,
que joder!, desde el más pequeño detalle, hasta el más grande; una porquería.
Yo estaba total y completamente feliz con mi vida, me despertaba como siempre
con las justas para llegar a donde tenía que ir, tomaba desayuno en menos de 10
minutos, sacaba algunas cosas del refrigerador para ayudar con el almuerzo, y
en una salía volando; no regresaba sino hasta el almuerzo para obviamente
almorzar, descansaba un rato, salía de nuevo a algún lado y hasta la noche no
regresaba, y claro está, así era profundamente feliz!. Pues para mi fortuna
esta semana, tuve que echarme la casa al hombro, tuve que hacerme cargo de toda
la casa y además de eso, tener que soplarme el millón de críticas de mi
amadísima juez. Cuando me dijo que me iba a tener que hacer cargo de la
limpieza, dije ESTA BIEN!, que tanto problema me podía hacer; cuando me dijo:
además también tienes que hacerte cargo de las compras, dije SI , ESTA BIEN;
cuando me dijo, tienes que hacerte cargo también de la cocina, dije MMMMMM…YA
PUES NI MODO; ya cuando me dijo, mira al final te tienes que hacer cargo de
todo, dije… MMMMMMM…PERO..YA QUE! En fin, mientras me lo dijeron, no me puse a
pensar que podía ser tan complicado, pensaba yo que si cualquier otra persona
lo podía hacer, pues porque yo no! Así que el primer día me arme de valor, y
muy confiada en mis habilidades domesticas, me desperté media hora antes de lo
normal, confiadísima en que el tiempo me iba a sobrar para hacer todo lo que
tenía…ja! Qué ilusa!, pelar papas había sido todo un arte antiguo, tu puedes
pasar inocentemente el cuchillo sobre ellas y piensas que estas liberándolo de
la pesada y polvosa capa que recubre al nombrado tubérculo, pero no! te estás
llevando casi la mitad del anteriormente nombrado tubérculo, y es posible que
cuando termines de pelar la papa, que inicialmente era del tamaño de un melón,
termine del tamaño de un limón, claro que para inexplicablemente; pero decides
no darte por vencida, y te pones a pelar la cebolla, para poder terminar
finalmente de cocinar…sin duda es otro arte milenario, puedes dejar en eso más
lagrimas que con el último capítulo de tu novela favorita, no lloraste tanto ni
cuando Jack de hunde en el final de Titanic, no tanto como con esa cebolla
blanca que pretender cortar, la que pretendes partir en miles de pedacitos,
tarea casi imposible, no pude clavarle más de tres veces el cuchillo sin poder
evitar de alguna forma, que me cayeran un par de lagrimas y claro sin darle
importancia, pretendí seguir adelante, imposible, en menos de 3 minutos era un
mar de lagrimas, no podía ver sino lagrimas y lagrimas y lagrimas, era
terrible!; pero como si eso no fuera suficiente venganza de la cebolla, el olor
que te queda en las manos, es irremisible, no hay jabón, perfume,
esencia de flores que lo puedan arrancar de tu piel, es imposible esconderlo,
al lugar a donde llegues, sin duda todos sabrán que estuviste pelando cebollas
como para comedor popular. La cocina es un asunto, que si poca sal: desabrido,
que si mucha sal: asqueroso, incomible; pues entonces una que hace? Ya que,
echarla y persignarse, porque como sea que salga el bodrio se lo tendrán que
comer, piensas, pero no estas preparada para la innumerable fila de comentarios
que te vienen encima. Después de todo el esfuerzo que te cuesta hacer algo en
la cocina, que por lo menos sea masticable, y ligeramente digerible; para que
cuando finalmente sirves el plato, y pones en el toda tu ilusión, para poder
recibir aunque sea un forzado “GRACIAS”; comienzan con AYY! ESTA SÚPER SALADO,
o AYYY! EL ARROZ NO ESTA GRANEADO, ESTA MASACOTE, o AYY! LA CEBOLLA ESTA
CRUDA!, o AYY SABE HORRIBLE, NO LE HECHASTE EL CUBITO DE POLLO?, o AY! QUE ESTA
FEO, SEGURO QUE NO LO HICISTE COMO YO TE DIJE!...es entonces cuando tienen que
alejar todo objeto punzo cortante de ti, porque hasta una simple cucharita de
té, puede ser altamente peligrosa, encima que te revientas el alma, toda la
mañana en la cocina, para poder hacer algo para que esos ingratos de porquería
tengan que comer, te salen con esa fila de reclamos…ni que fueras Gastón
Acurio!, ni que fueran los jurados de Top chef master!, no puesss. Pero no
podemos dejar pasar por alto la parte de la limpieza, barrer es realmente
aburridísimo, además de que por alguna terrible razón, por más que pases la
escoba miles de veces por el mismo sitio, SIEMPRE HABRA POLVO, SIEMPRE!, una
echa una pelotuda se puede pasar toda la mañana limpiando la sala, pero cuando
vienen tus “patrones” a supervisar tus tareas, te dicen: TODA LA MAÑANA EN LA
CASA, PARA QUE NISIQUIERA PASES UNA ESCOBA POR LA SALA!, SI ESTA HECHA UN ASCO,
MIRA COMO SALE EL POLVO, y pasando el maldito dedo inquisidor sobre alguna
superficie, que con seguridad tu te pasaste la mañana limpiando…sacan los muy
mendigos polvo!!!, de dónde? Cómo? Qué paso? En qué momento regresó el polvo?
Maldito, no tiene fin. Ahora encerar o trapear, no es un asco?, si no tienes un
buen trapeador, tienes que tirarte de cuatro patas al piso, cual Cenicienta, a
pasar el asqueroso trapo, alguna vez han intentado sacar la cera de los pisos
de las manos? Queda profundamente grasoso, no hay jabón que lo saque, no hay
perfume que sea más fuerte que el de la cera; y han pensado lo que es ponerse a
apretar el trapo que pasaste por el piso, lleno de tierra… es algo definitivamente
inolvidable. Sacudir el polvo es, inenarrable, fundamentalmente si eres
alérgica al polvo como yo, tengo que disfrazarme de médico cirujano: guantes,
tapabocas y lentes, sino a las dos horas puedo morir atragantada de mis fluidos
nasales (MOCO!), que salen de mi nariz con la facilidad con la que el agua sale
por el pilón; pasármela sacude y sacude toda la mendiga mañana, es
insoportable. Finalmente lo haces, pues ya te comprometiste a hacerlo, pero lo
que realmente puede matarte, es que al final del día, nadie note un solo
poquito, que te pasaste toda la maldita mañana limpiando la sala, y pasando el
trapo maligno en todas las esquinas para sacar todas las telarañas; pero lo
realmente insoportable, es que además de que no notan ni un solo detalle de lo
que te pasaste haciendo toda la mañana, tienen en la punta de la lengua las
mejores críticas para lo que preparaste de comida, que si la papa esta cruda,
que esta desabrido, que esa muy espeso…NO!!!, te salen con una lista de
reclamos, peor que si fueras un restaurante gourmet!, pero vamos si tan solo estás
haciendo tus pininos gastronómicos, por lo menos un ESTA DESCENTE! Nos daría
una razón más para vivir. Definitivamente, las labores de la casa son de una
flojera total, terminas el día sin ganas ni siquiera de ponerte la pijama,
solamente de meterte al sobre para poder finalmente descansar. Admirable tarea
de aquellas que se quedan todo el día en casa limpiando cada uno de los
rincones, de veritas que son para ponerlas en un altar, particularmente YO!,
estoy contando los días que me quedan de ama de casa, para recuperar mi vida
mundana y dedicarme a seguir perdiendo mi adorado tiempo; antes claro, debo
pelar la calabaza para el guiso de mañana, y terminar de pelar las habas (lo
que detesto con todo mi ser),antes de ponerlo todo a hervir; antes de que todo
se queme, he de emprender retirada…hablaossssss
No hay comentarios:
Publicar un comentario