viernes, 2 de marzo de 2012

1.- Yo quiero ser escritora

Yo quiero ser escritora….

Para comenzar esta aventura “bloguera” intentare explicar el muy claro y transparente nombre del blog. Desde que puedo recordarme claramente ( que es aproximadamente a los 10 años, de ahí para atrás recuerdo una que otra cosa de mi vida, pero así como para describir con exactitud matemática el color de mi cartuchera en primer grado, o el dibujo que había en mi lonchera de tercer grado; no creo poder, mas sin embargo recuerdo cosas muy interesantes: como la vez que me hice pis en el salón en segundo grado, o la ves en primer grado que lloré mares de mares porque perdí mi color negro, pero eso no es lo que quiero contar en esta oportunidad), siempre me gusto escribir, recuerdo que cuando aún no habían computadoras, o quizás sí pero yo no tenía ni acceso, ni conocimiento de ellas; me sentaba horas de horas a escribir en mi maravillosa y espectacularmente ruidosa máquina de escribir, hojas de hojas de hojas; siempre tuve muy claro que tenía que escribir un libro contando las mil historias y peripecias de mi familia, tengo la maravillosa suerte de haber crecido rodeada de ella, y además de eso de ser muy preguntona o curiosa, desde el punto de vista que se tome, y tengo maravillosa suerte también de tener una familia muy pero muy conversadora, parlanchina o habladora; también desde el punto de vista que se tome; por lo menos mi papá y mi Maruja ( como le digo a mi abuela materna) son un pozo inagotable de historias, gracias a ellos he tenido la oportunidad de conocer el extenso de mi familia, por suerte de ambos lados; cada uno con una historia más interesante que la otra, pero creo que estas ganas incesantes de escribir fueron muy bien fundadas por mi maravillosa mamá, no ha habido una sola noche de mi niñez que yo pueda recordar, sin que ella no me lea un cuento, pero mami no era de las tradicionales, no me leía las historias mágicas de Disney o los típicos cuentos infantiles como caperucita o los tres chanchitos, me leía unos cuentos que, desgraciadamente en el desorden del crecimiento perdí y los nombres olvidé, pero eran historias de reinos lejanos, con princesas valientes, de reyes corajudos, de aves que con su canto salvaban ciudades etc, etc, etc. ; siendo franca siempre me costaba dormir piensa y piensa en cómo seguía la historia, que pasaba después con todos ellos, como hacía el pajarito para estar siempre en el reino que lo necesitaban, o cómo era posible que una princesa con un vestido tan grande y pomposo, pudiera montar a caballo y luchar con un ogro, o como un rey tan viejito podía derrotar solo al mago malo( y creo yo más joven) que quería quitarle su reino; yo lograba finalmente dormir cuando terminaba de imaginar cómo era que cada uno de los participantes de la historia seguía su vida, para lo que ya era de madrugada; nunca entendían porque se me hacia tan difícil despertar para el colegio, “dormilona” me decía mi mamá, pero prefería que piense eso, quizás si le contaba que era por los cuentos, me los dejaba de contar. Bueno pero les contaba de mi máquina de escribir y me fui por la tangente, que es algo que me suele pasar; entonces yo y ruidosa máquina de escribir éramos muy amigas, hasta que se hacia lo suficientemente tarde y bajaba mi papá al comedor para decirme que pare ya de una vez con el “taca taca taca… piin” de mi adorada maquina; habían veces que en medio de un sueño se me venía una idea maravillosa y bajada apurada a escribirla antes de que se me valla, claro eso tampoco me duro mucho pues a mis papás no les parecía nada divertido despertar a media noche con golpecitos y campaneos, por lo que infaltable en mi mesa de noche: un lapicero y un cuaderno. Cuando menos me di cuenta ya tenia todo un cuaderno lleno de poesías y alrededor de 50 hojas escritas en maquina de escribir; pero eso será en definitiva otra historia.

Retomare el punto inicial, hoy mientras caminaba y tenía una de las infaltables conversaciones conmigo misma, de las cosas que me pasan, conversaciones por las cuales muchos piensan que me falta un tornillo o que definitivamente estoy loca, recordé que este domingo tenía que comprar si o si el periódico ese, porque sale la columna de ese periodista que me hace tanto reírme, como ponerme a pensar, y me dije a mi misma: ¿sólo compras el periódico por esa columna?, intente convencerme que no, que era porque era objetivo, que era porque tiene muchas noticias, que era porque me gusta el crucigrama, o quizás por la receta, hasta por el certero horóscopo, hasta me cruzo por la cabeza que sería por la chica que salía casi calata, lo que inmediatamente descarté; pero recordé que lo primero que busco al abrir el periódico era esa columna, la leo un par de veces, y luego reviso lo demás. Entonces me dije, si hay una persona que compra ese periódico sólo por leer esa columna, no será que a alguien quizás le parezca divertido leer mis incoherencias, o como dicen por ahí, algún incauto que quiera leer yo que yo quiero escribir; me respondí: QUIZÁ. Entonces nada mejor que probando no? Ahora no solo será una muy intensa, profunda y totalmente sarcástica conversión conmigo misma, ahora será con mi laptop, y con aquel que quiera leerme.

Si pues quiero ser escritora, difícil tarea, lo se, así como ser bióloga, actriz, investigadora, y muchas de las cosas que quiero ser, y espero con ansias locas hacer y hacerlo bien o por lo menos poder decir que lo intente, nada más terrible que esa persona que llega a la vejez de su vida amargada diciendo que siempre quiso ser bailarina, y que lo hacía espectacularmente bien y ciertamente lo hacía, pero que nunca tuvo la oportunidad; nada más falso, será que nunca se las jugó, que nunca se arriesgó, que nunca se las creyó de verdad, que nunca realmente pensó con todo su corazón que lo podía hacer y por eso el miedo le ganó y en sueño nada más se quedo, prefiero la opción B que me da la vida, jugármelas quizá fracasar pero hacerlo y morir tranquilamente diciéndome a mi misma que hice lo que quise, que lo soñé, lo busque, le perseguí y que hasta quizá lo logré, a lo mejor sí.

Pero además de ser escritora, quiero ser leída, porque sino que chiste; si fuera contabilizable todo lo que tengo escrito, pero siempre por una u otra cosa, no me animo a publicar, ya pues! Este año dicen que se acaba el mundo, entonces que se acabe así, intentando y perdiendo el “roche” al terrible que dirán, que ciertamente hace mucho que me da igual.

No escribiré todos los días porque irremediablemente se convertiría en un diario, y se me haría muy difícil no comentar todo lo que me pasa en mi muy pero muy entretenida vida, ja! Además una vez por semana me parece más que justo, comenzar es lo importante.

Así pues emprendo mi aventura blogistica, para el que quiera leerme y el que no, en la esquina superior derecha hay una esquís que pueden cliquear cuando mejor les parezca. A los que llegaron hasta esta línea, gracias, prometo ser más divertida la próxima semana, las cosas que cuento parecerán un chiste, pero si todos tomamos la vida por el lado amable como dice el filosofo CHOMPIRAS, hasta las cosas malas se ven mejor, nos vemos…..mejor dicho ahí nos leemos.

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