Caerse no es una experiencia muy
agradable, y muy pero muy frecuente cuando uno es pequeño, es cuando la
relación de nuestras rodillas y cabezas con el piso, se hacen realmente
estrechas, uno espera que al hacerse más grande estas incomodas situaciones
puedan ir disminuyendo, y definitivamente lo son, pero la situación misma se
torna un millón de veces más incomoda que entonces, claro! Porque cuando uno es
pequeño, solo hace basta darte un par de golpes al piso diciéndole PISO MALO
PISO MALO!, para sentirse aliviado; además que no menos de dos personas corrían
al instante para levantarte del piso y limpiarte las lágrimas y los raspones,
luego te colmaban de dulces y mimos para calmarte, y así hacer que te olvides del
mal momento pasado; a medida que una va creciendo las caídas dejan de tener
como impacto solamente la caída y el dolor que esta trae; ahora tienes que
pensar en muchas cosas, donde fue, quien te vio, con quien estabas, como te
levantaste, cuanta gente se rió…FATAL! Por una caída puedes morir socialmente,
y puede ser totalmente fatal. Caerse, en algunas ocasiones, puede ser realmente
una tragedia o puede ser el momento más divertido del día, dependiendo claro
está, como se dé la dichosa caída. Pero bien uno se puede caer de muchas formas
y en muchos lugares, pongamos algunos ejemplos: Te tropiezas en la universidad
a medio día con toda la gente en el patio, te tropiezas y venías con miles de
libros en la mano, ni de dónde agarrarte por lo tanto JUAS! De cara para el
piso!y mientras vas cayendo, lo que se da en cámara lenta, puedes ver como en
esos nanosegundos todos lo que estaban ocupados haciendo algo, se han volteado
sincronizadamente a ver como lentamente vas cayendo al piso, puedes ver como
los libros que traías entre las manos van volando por el aire y cual palomas
voladoras, le dan más realce a tu lenta y eterna caída, puedes ver como las
expresiones de todos van cambiando lentamente a una sonora sonrisa, que poco a
poco va cambiando a una gigantesca carcajada, mientras vas cayendo puedes ver
que hasta los que estaban en clase, se han parado cerca de las ventanas para
verte mejor, mientras vas cayendo, piensas que es lo que harás, como vas a
salir de ahí, mientras vas cayendo, vas analizando cuales son las salidas más
próximas y las más despejadas, estas pensando ya, en como recoger los libros y
cuan tan rápido lo puedes hacer, mientras vas cayendo…y JUACATE! de narices al
piso, entonces pones en práctica tu plan pensado en los nanosegundos que duraba
tu caída, te levantas en mucho menos tiempo de lo que te demoraste en caer, y
antes de que la muchedumbre burlona termine de decir el segundo JA!, ya
recogiste tus libros, y cuando alguno se está acercando para ayudarte, tu ya
estas saliendo por la ruta de escape más despejada y estas buscando algún lugar
oculto donde poder revisarte las rodillas, limpiarte la sangre, ver los
raspones en tus brazos, limpiarte las lágrimas y rogarle al Señor! que por lo
menos solo la mitad de la U te haya visto, y rogarle al Arcángel más power, que
nadie haya tenido la imaginación de sacar el celular y grabarlo, porque para
este entonces ya estaría subido al you tube con aproximadamente 500 visitas en
menos de 10 minutos. Otra ocasión terrible es cuando te caes en la calle,
usualmente pasa cuando tienes demasiadas cosas en la cabeza, vas distraída,
pensando en alguna cosa del trabajo, o algún problema familiar, y no te
percatas de que hay un hueco en la calle y JUACATE! te vas de cara, no tuviste
ni tiempo para pensar en que te caías y de repente ya estabas en el piso,
cuando levantas la vista, hay un gente rodeándote, y un señor te está
levantando del piso, de repente miles de voces: HAY POBRECITA!, SE CAYÓ
HORRIBLE! QUE PENA LA CHICA SE CAYO!, MIRA QUE HORRIBLE SU RASPON!, SIÉNTENLA!
POBRECITA!, LLEVENLA AL HOSPITAL!, miles de voces, miles de manos, tu estas un
poco adolorida pero lo suficientemente bien como para irte antes de que se haga
más grande el asunto, cuando estas por decir una palabra, ya se está acercando
un policía para ver que genera tanto desorden, y antes de que alcances a decir
que estas bien, ya el policía se está acercando para levantarte y subirte al
patrullero para llevarte al hospital…NO!!! Alcanzas a decir, ESTOY BIEN!- NO
SEÑORITA MEJOR QUE LA LLEVEN AL HOSPITAL, no!! Esta todo bien déjenme ir,
insistes con violencia que estas bien, te sueltan, y cojeando intentas hacerte
un camino entre la muchedumbre que se junto para verte desparramada como res en
la vereda, mientras pasas por en medio de la gente, van diciendo POBRECITA!, qué
horror!. Lo peor de todo es una caída que no viene sola, cuando mientras vas
cayendo, sin proponértelo en absoluto, haces caer por lo menos a una persona
más, si no es que generas una reacción en cadena, y la gente va cayendo una
sobre la otra como fichas de dominó, esa situación es terriblemente incomoda,
si bien no te hiciste daño alguno, el que está debajo de ti esta todo
retorcido, y el que está debajo de él esta respirando con dificultad, y el que
se cayó de la silla porque este último al caerse la empujo, está intentando
sacarse la silla de encima, TOTALMENTE FATAL! Aproximadamente 5 personas te
miran con asco y odio, y escuchas claramente como dicen QUE TORPE!, POR QUÉ NO
SE FIJO!, QUE ESTÚPIDA!, mientras te vas rengueando al baño a ver el raspón que
te hiciste en el brazo. Sin lugar a duda, las mejores son cuando estas con los
amigos, te tropiezas o calculas mal donde esta algo, y JUAS! Al piso de culete!, la risa que puede
producirte cuando sucede de manera espontanea y por un descuido totalmente torpe
tuyo, no puedes sino torcerte de risa en el piso. Ahora bien, no creo que haya
un ser humano en el mundo que no se ría cuando vea a alguien caer, es
inevitable por lo menos esbozar una ligera sonrisa, claro siempre y cuando la
persona esté bien y no inconsciente desangrándose en el piso, tampoco tampoco
somos unos enfermos!;pero cuando una persona que tú conoces, por una torpeza,
se cae de narices al piso, es totalmente irrefrenable la risa, he tenido mis
mejores ataques de risa por esos motivos. Algo muy gracioso es cuando están en
copas, caerse ebrio es de lo más cómico del universo, ponerse de pie para un
borracho es imposible, y no se pueden imaginar lo complicado que es levantar
del piso a un borracho, cuando la otra persona esa borracha, además de la
sensibilidad al golpe en estas situaciones es totalmente nula, por lo tanto,
bien puede rodar por unas escaleras, darse un cabezazo con la puerta del taxi,
resbalarse en el baño, apenas consiguen ponerse de pie (lo que fácilmente les
puede tomar un par de horas), vuelven más frescos que lechuga de ceviche, a
seguir tomando como antes. Ahora que también puede pasar algo muy interesante,
si este borracho caído en batalla, no es socorrido a tiempo o caso contrario no
consigue sacar fuerzas de flaqueza, y consigue ponerse de pie, puede optar con
toda tranquilidad y en su inconsciencia, echarse una siestecita ahí mismo donde
tuvo su encuentro con el frío piso, millones de veces he encontrado a mis
amigos jatos en el piso del baño, o en el pasadizo camino a la cocina, vencidos
por el alcohol y dándose el descanso,
que según ellos, les dará la fuerza suficiente para poder ponerse de pie. Lo
más usual en el caso de una caída, y para evitar el entierro social es
levantarte velozmente, sacudirte el polvo, ver a la derecha, izquierda, hacia
arriba y hacia abajo, para ver si es que alguien te vió; al asegurarte de eso,
y en la medida que te sea posible, alejarte de ese lugar, y cuando estes por lo
menos alejado unas 4 cuadras, revisar la magnitud de la maldecida caída, ver
cuanto se te rompió el pantalón, ver de donde es la sangre que tienes en el
codo, una vez revisado eso, procuras buscar un taxi, pues ya no puedes caminar
más con el zapato roto. Y eso es otra de las cosas terribles que te pueden
pasar, cuando se te rompe algo: te caes y se te revienta el pantalón de las
nachas, o te caes y se te rompe todo el pantalón de las rodillas, te caes y se
te rompe el zapato, o te caes y tu zapato desaparece (eso es sin duda lo peor
de lo peor), te caes y se te rompe la cartera, o se te rasga la camisa en el
brazo; pero sin lugar a dudas, lo peor es cuando esto te sucede camino a algún
lugar, no de regreso a casa, y si es que es el caso y estas con el tiempo con
las justas y es una reunión súper importante, tendrás que ir así, hecho un
mamarrachito, te tendrás que presentar delante de alguien más, y ten la certeza de que si es que no lo
hace frente a ti, es un hecho, de que en su mente, se estará miccionando de
risa de ti. Pues nada, todos hemos de haber pasado por lo menos alguna vez, por
el piso, ya de muy jóvenes o ya de muy viejos, no hay quien se le escape, todo
esta perfecto, siempre y cuando no estés muy cerca de alguno muy seguidor de la frase NO LO RECOJAS, YA SE LO
CHUPO EL DIABLO!, todo muy bien. Ahora miren bien su camino, y no se confíen,
prendan siempre las luces al bajar la escalera, yo me tengo que ir a cambiar la
venda del tobillo y a frotarme de nuevo la rodilla (alcohol, escaleras y
velocidad nunca serán buena mezcla)…hablaos
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